La incertidumbre bélica y la debilidad de la economía castigan al dólar
La divisa europea alcanzó ayer un precio contra el dólar que no tenía desde hace prácticamente cuatro años, desde el 11 de marzo de 1999 (1,1042). Las recientes ganancias de la moneda única europea son atribuidas al sentimiento negativo hacia el billete verde, por el clima prebélico que genera un posible conflicto en Oriente Próximo, y a los elevados costes financieros que se deriven de esta operación militar para EE UU. Ayer se cambió en el mercado de Francfort a 1,1005 dólares, aunque posteriormente cedió ligeramente, hasta 1,0919, cambio oficial publicado por el BCE.
Según fuentes del mercado, también contribuyeron a la apreciación del euro los comentarios de ayer por el secretario estadounidense del Tesoro, John Snow, en el sentido de que no está especialmente preocupado por la debilidad del dólar.
Snow declaró que no ve 'ninguna causa para preocuparse por la caída del dólar'. Snow repitió que el dólar está en el mercado 'y todo lo que está en el mercado sube o baja. Estamos en los parámetros normales'.
La mayoría de los analistas tomaron el comentario como una declaración explícita de que EE UU abandona la política de dólar fuerte adoptada en la época del presidente Bill Clinton cuando en 1995 Robert Rubin era el secretario del Tesoro. No obstante, ayer el secretario del Tesoro quiso enmendar su declaración y suscribió su firme apoyo a un dólar fuerte. 'Ya que hablo de la moneda, déjenme repetir una vez más mi apoyo a un dólar fuerte', declaró durante una ceremonia de firma de las series 2003 del billete.
A la debilidad del dólar contribuyeron también los datos aparecidos ayer sobre la actividad económica norteamericana, que revelan la lentitud en la recuperación económica.
La ventaja de la debilidad del dólar se apreciará en las exportaciones del país, que ganarán en competitividad, pero de momento, y según los últimos datos hechos públicos por el Departamento de Comercio las importaciones se mantienen robustas a pesar de su encarecimiento. La preocupación es mayor entre los inversores y los que confían en que con un dólar fuerte se atrae capital que permita ir cerrando el agujero de la cuenta corriente.
Preocupación en Alemania
El alivio que supone para la cuenta corriente norteamericana una debilidad del billete verde se convierte en un problema para la economía europea. La principal economía de la zona euro, la alemana, sería la primera víctima de la apreciación de la divisa europea.
Ayer el ministro de Economía y Trabajo de Alemania, Wolfgang Clement, comentó que el precio alcanzado por el euro, de 1,10 dólares, es el punto crítico para las exportaciones de productos alemanes. En el mismo sentido se habían manifestado ya responsables de las principales corporaciones germanas en las semanas pasadas.
El responsable de Economía de España, Rodrigo Rato, por su parte, estimó que la fortaleza del euro respecto al dólar 'reduce el coste de la factura energética', pero exige 'mayor competitividad' a la economía europea 'desde el punto de vista de las exportaciones'.
Rato señaló que la evolución de las divisas atraviesa 'un momento extraordinariamente volátil', aunque avanzó que 'todo apunta a que en el futuro' el euro tendrá 'mayor equilibrio' con el dólar. El vicepresidente Rato destacó, además, que desde un punto de vista técnico la situación del euro 'responde a la realidad de la economía europea'.
En el mismo sentido que el ministro español de Economía se manifestaron responsables de otros países europeos, que consideran que la apreciación del euro facilita el control de la inflación y abarata la compra de materias primas.