'Llegas a directora de oficina y no más'
La banca está viviendo una revolución silenciosa: la presencia y el ascenso de las mujeres en un mundo tradicionalmente reservado a los hombres. 'Queremos reforzar, estamos reforzando ya, el papel de la mujer en nuestra organización', afirma Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, la única mujer con este cargo en la banca española tras la retirada de Carmela Arias, condesa de Fenosa, del Banco Pastor.
Botín está decidida a romper el techo de cristal que bloquea el ascenso de las mujeres en la escala de mando. Pero le queda una ardua tarea por delante. Banesto es una de las entidades con menor representación femenina en su plantilla, un 26%. Aunque también destaca como la más activa en la promoción de la mujer. Este es el gran reto de las medidas que plantean ésta y otras entidades, aunque, de momento, muchas ejecutivas siguen quejándose de la situación.
'Es verdad que algo empieza a moverse, aunque falta verdadera voluntad', dice Laura Pinyol, secretaria de la mujer de Comfia, federación de servicios financieros de CC OO. Pero los avances son lentos y los obstáculos, claros. Como asegura una trabajadora del Santander Central Hispano, 'la que llega a directora de oficina ya sabe que ha topado con el techo de cristal y más no va a ascender; lo digo por experiencia'.
Algunas entidades, como el Banco Zaragozano, han desandado camino en cuanto a planes de igualdad de oportunidades y de conciliación con la vida familiar. El banco empezó a desarrollar en 1998 el programa âptima, que busca impulsar la igualdad, bajo la supervisión del Instituto de la Mujer. Más de cuatro años después dice que 'el departamento de recursos humanos no considera importantes estas iniciativas'.
Los datos generales hablan por sí solos del reto: menos del 25% de los cargos directivos o incluso de cierta responsabilidad (técnicos) están ejercidos por mujeres, confirman CC OO y UGT. 'Y las que llegan a la cúpula son muchas menos, del 3% al 5%', apunta Laura Pinyol. Tras el sondeo realizado por Cinco Días a nueve entidades (entre ellas los tres grandes bancos y las tres primeras cajas) y la información aportada por el sindicato CC OO, destaca el hecho de que Bankinter es la única en que las mujeres tienen un peso del 33% en el nivel técnico; con Caja Madrid cerca, con un 32% de técnicos mujeres y un 27% de directivas. El resto se mueve entre el 17% del Popular y el 29% del BBVA. Es un primer balance a las puertas del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el próximo sábado.
'El jefe elige al hombre'
Si las mujeres tienen un peso medio cercano al 40% en las plantillas, ¿por qué no tienen esa misma representación en los cargos ejecutivos?, se preguntan las empleadas de banca. 'Un hombre que es jefe siempre elegirá promocionar a otro hombre antes que a una mujer porque piensan que tiene mayor disponibilidad de tiempo y la maternidad, para eso, es un obstáculo', justifica una trabajadora del SCH.
Esta entidad es una de las que ya ha dado pasos para aplicar un plan de igualdad de oportunidades. El banco ha nombrado una defensora de la igualdad y una comisión para vigilar el cumplimiento de 30 acciones que prefiere no detallar hasta que no estén aprobadas.
Más avanzado está el plan de Banesto, ya en aplicación. Es la entidad que más en serio parece habérselo tomado. Dentro de su departamento de recursos humanos ha nombrado a una mujer, Ana Irusta, como encargada de supervisar que el programa de igualdad se cumpla como debe. 'Creemos que es un proyecto único en el sector'. La entidad ha querido elaborar un plan que implique al máximo a directivos y plantilla y sea el tamiz de las principales iniciativas del área de recursos humanos, desde la selección a la formación.
'El 55% de las incorporadas son mujeres', destaca Irusta, quien admite que algunos directivos (sobre todo los de más edad) reciben los cursos de sensibilización sobre el tema de la igualdad con cierta sorpresa. Hay, asimismo, otras medidas que buscan hacer compatible la vida laboral con la familiar: horarios flexibles para ciertos puestos, teletrabajo (hay una experiencia piloto) y contrataciones para cubrir las bajas por maternidad.
Banesto ha tomado como bandera la promoción de la mujer y quiere marcar el paso de los avances. No en vano, su presidente (con 'e', como prefiere Ana Patricia Botín) señala que al igual 'que la población esta compuesta, aproximadamente, en un 50% por mujeres y en un 50% por hombres, la capacidad de trabajo y de talento se distribuyen en una proporción semejante, por lo que queremos reforzar, estamos reforzando ya, el papel que juega la mujer en nuestra organización'.
Si bien las supuestas beneficiadas de este plan no perciben el efecto: 'No hemos notado cambios en la política de recursos humanos tras la entrada de Ana Patricia', dice una empleada de Banesto que prefiere no identificarse. Pese a la crítica, el plan de Banesto es mucho más amplio y concreto que el de otras entidades. Pero no es la única entidad que se mueve. Casi a su altura se colocan Caja Madrid y Citibank. La segunda caja del país también sustituye las vacantes por maternidad y aporta, además, una oferta innovadora: acercar a la empleada a una oficina más próxima a su domicilio para facilitar el cuidado de hijos pequeños. El 60% de las mujeres afectadas lo han solicitado. En Citibank han dado prioridad uno desde abril pasado al plan 100% Igualdad.
En la cola
Las cuatro entidades citadas (Banesto, SCH, Caja Madrid y Citibank) compiten por lograr el reconocimiento de entidad colaboradora del programa âptima que concede el Instituto de la Mujer. Hasta ahora ningún banco o caja lo ha recibido. Y este distintivo vende ante los accionistas y, supuestamente, ante la plantilla. Sin embargo, en general, las empleadas se quejan de que 'no nos llega la información' y, sobre todo, del efecto real de las medidas.
En la retaguardia de la promoción, el BBVA, el Popular, el Sabadell y el Zaragozano figuran entre las entidades que ni tienen ni avanzan planes. Aunque el BBVA destaca que el 61% de las incorporaciones son de mujeres.
Muy escéptico con estas iniciativas, José Antonio Gracia, responsable de banca en UGT, pone la guinda: 'Estas medidas son sólo un espejo de cara al exterior, la realidad interna es bien distinta'.