Las empresas del Nuevo Mercado cortan en seco su crecimiento
El 10 de abril de 2000 nació el Nuevo Mercado español, un segmento especial de contratación llamado a dar cabida en el parqué a empresas 'cuya actividad se enmarque en un sector de tecnología punta y que pertenezcan a industrias de alto potencial de crecimiento', en palabras de la CNMV. Hasta entonces, la Bolsa estaba cerrada para compañías que no pudieran justificar la obtención de beneficios en un determinado periodo, lo que dejaba fuera a muchas de las nuevas empresas surgidas al calor del boom tecnológico.
El objetivo del Nuevo Mercado era redimir a las compañías en pérdidas siempre que operaran en negocios de crecimiento. El alto potencial, por tanto, compensaba el elevado riesgo.
Tres años después, la primera consideración es inexistente, y la segunda, cada vez más cierta.
El Nuevo Mercado comenzó su andadura con un crecimiento de la facturación del 39,5%. En 2001, el ritmo se enfrió algo, aunque la tasa de incremento de los ingresos seguía superando el 20%. El año pasado la facturación no sólo se frenó en seco, sino que cayó, un 4,48%. Las 13 compañías de este segmento que han presentado sus resultados anuales -sólo falta Befesa, cuyas cifras no variarán de forma significativa el resultado global- ingresaron 6.329,77 millones de euros, frente a los 6.626,74 millones del ejercicio anterior.
Falta de rentabilidad
Mientras tanto, la rentabilidad sigue brillando por su ausencia y las pérdidas se acentúan. A pesar de que tres compañías han cambiado a positivo el signo de la última línea de su cuenta de resultados, los números rojos de las restantes hacen inútil el esfuerzo. Las pérdidas se triplican y ascienden a 2.223,96 millones de euros, un récord histórico.
Las empresas que más crecen o aportan a la facturación son, además, aquellas cuya relación con las nuevas tecnologías es más cuestionable y a las que difícilmente se les puede aplicar el calificativo de alto riesgo, como es el caso de TPI, Indra o Abengoa.
La lista de las compañías responsables de la caída de los ingresos habla por sí sola. Amper, Avánzit, Jazztel, Service Point, Tecnocom y Terra Lycos son sus componentes. Todas ellas tienen una estrecha relación con la tecnología, salvo en el caso de Service Point, cuya bajada de facturación se debe a las desinversiones realizadas en los negocios de la nueva economía.
La responsabilidad está más repartida en el crecimiento de las pérdidas. Terra Lycos es, casi en exclusiva, la culpable, después de cuadruplicar sus números rojos por los saneamientos extraordinarios acometidos para limpiar los activos deteriorados que tenía en el balance, con el fondo de comercio generado por la compra de Lycos a la cabeza. Las pérdidas de la compañía de Internet son de 2.009 millones de euros, una cifra que la evolución del resto de las integrantes del Nuevo Mercado eleva hasta 2.224 millones. En este campo, sin embargo, se detectan algunas mejoras. Amper, Natraceutical y Service Point han dado la vuelta a sus resultados y cerraron 2002 con beneficios. En el lado contrario, Avánzit multiplicó por cinco las pérdidas por los saneamientos acometidos.
Pero los números rojos no son el único capítulo que confirma el 'alto riesgo' del Nuevo Mercado. Uno de sus componentes, Avánzit, está en suspensión de pagos y otro, Jazztel, ha tenido que canjear su deuda por acciones ante la imposibilidad de seguir pagando los intereses.