La mayoría de los alimentos se encarecieron el pasado mes de febrero
El 65% de los alimentos (frescos y envasados) más consumidos en España registraron alzas generalizadas en sus precios durante febrero en relación con el mes de enero, según informó ayer el Ministerio de Economía.
Dentro de la cesta de los 60 productos alimenticios con mayor demanda en el país, 39 de ellos mostraron un crecimiento durante el mes pasado, frente a 21 productos que experimentaron una reducción en su precio de venta.
A tasa interanual, 50 productos han mostrado aumentos en sus precios contra 10 que han registrado caídas. El crecimiento medio en los precios entre febrero de 2002 y febrero de 2003 fue de 5,20%, una subida respecto al 4,76% que se había acumulado al mes de enero pasado.
Entre los productos frescos, las subidas más destacadas correspondieron a las hortalizas. La lechuga se encareció un 22,57% y el precio de las patatas creció el 6,27% respecto al mes de enero.
Otros productos que sufrieron alzas significativas fueron las acelgas, con una subida mensual del 7,01%, y las judías verdes, que aumentaron un 10,34%.
El tomate natural y el arroz, por su parte, fueron los productos envasados que registraron las mayores subidas, con tasas mensuales del 2,74% y 2,47%, respectivamente.
La carne de cordero, de cerdo, pollo y el pescado tuvieron ligeras bajadas en febrero, aunque acumulan subidas interanuales.
El producto que ha registrado la mayor alza interanual fue precisamente el pescado.
Caída coyuntural
El precio de las patatas acumula una caída interanual del 6,24%, los pimientos verdes han bajado un 19,46%, las acelgas han caído un 4,33% y los tomates para ensalada redujeron su precio el 4,49%.
Sin embargo, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, dijo ayer que la caída en los precios de frutas y hortalizas 'es coyuntural', debido a las diferentes condiciones climatológicas entre este año y el anterior. Cañete dijo que el Gobierno sigue trabajando para lograr acuerdos que regulen los contratos entre productores y la gran distribución y para reducir la diferencia entre el margen de beneficio que perciben los agricultores (se quejan de que es mínimo) y el que obtienen los comerciantes.