Dow Jones y Nasdaq acentúan las pérdidas
Las Bolsas estadounidenses estrenaron mes con el mismo tono de indefinición y duda. La incertidumbre en torno a la guerra en Irak y los datos económicos -ayer se conoció el índice ISM y el gasto de los consumidores- se mantienen como los asuntos de principal interés para los inversores.
El patrón de comportamiento en la sesión fue el mismo que en jornadas anteriores. Los índices comenzaron con ganancias, al calor de algunas noticias que parecían rebajar en cierta medida la tensión: el inicio de la destrucción de los misiles Al Samoud por parte del régimen de Bagdad y la detención en Pakistán de uno de los cerebros de los atentados del 11 de septiembre.
Sin embargo, tal y como viene siendo habitual, las subidas dieron paso a un comportamiento errático que se mantuvo casi toda la jornada. El Dow Jones cayó al cierre el 0,67%, y el Nasdaq, el 1,29%.
La publicación de indicadores económicos peores de lo esperado contribuyó a la inestabilidad de ayer. La actividad del sector manufacturero se expandió por cuarto mes consecutivo en febrero, pero a un ritmo más lento de lo esperado, según el índice ISM del sector, que bajó a 50,5 puntos, desde 53,9. Una lectura por encima de 50 indica crecimiento. También débil fue el dato de gasto de los consumidores que, contra todo pronóstico, cedió un 0,1% en enero.
Los malos datos presionaron la rentabilidad de los bonos a 10 años, que se mantiene en zona de mínimos, en torno al 3,67%.
El fantasma de los escándalos empresariales volvió a planear sobre Wall Street. Ayer le tocó el turno a Capital One, que cedió un 9,33% al conocerse que la SEC ha iniciado una investigación por posible uso de información privilegiada del director financiero, forzado a dimitir.
Palm, por su parte, recordó que aún queda tiempo para ver una mejora sostenida de los resultados empresariales. La firma cedió el 10,6% tras rebajar la previsión de ventas. Intel bajó el 3,24% por un informe de Merrill Lynch.
La volatilidad fue también la pauta en los mercados europeos. Las alzas de la mañana, superiores al 1% en muchos casos, quedaron reducidas una vez se publicaron los pobres datos económicos en Estados Unidos. París ganó un 0,3%, y Francfort, el 0,1%.
El euro, por su parte, volvía a revalorizarse frente al dólar. Goldman Sachs ha estimado el impacto de un euro fuerte en los resultados de las empresas. Según este banco, una caída del 10% en el dólar supone una penalización media del 4% en los resultados de las empresas europeas. Petroleras, bienes de capital, farmacéuticas, automovilísticas y aseguradoras son, a juicio de los expertos, los sectores más perjudicados.
Precisamente la industria de seguros acaparó ayer la atención de los inversores. Generali subió el 4,72% en medio de una batalla entre Unicredito y Mediobanca por su control. Aumentan, además, las especulaciones sobre una posible oferta de compra sobre la aseguradora. La acción de la italiana gana un 41% desde mediados de enero.
Ahold, por su parte, se recuperó levemente de la caída del 64% de la semana pasada, cuando reconoció irregularidades contables en los dos últimos años. La cadena de supermercados sumó un 2,86% después de que el diario Independent publicara que la estadounidense Tesco estudia una oferta de unos 15.000 millones de euros por la maltrecha compañía holandesa.
La falta de dirección en los mercados estadounidenses se dejó sentir también en Latinoamérica. México quedó invariable al cierre y cede un 3,3% en el año. Buenos Aires, por su lado, sumó el 0,02%. La Bolsa de São Paulo permaneció cerrada por ser festivo.
El Nikkei de Tokio, por su parte, se anotó un alza del 1,52%, hasta los 8.490 puntos. Empresas de tecnología punta, como Advantes Corporation o Tokio Electron, fueron los principales motores del índice. En otros mercados, Corea sumó un 2,54%, y Taiwan, el 2,13%.