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Para invertir

Sequía de ofertas de alta rentabilidad

Los bajos tipos de interés y la posibilidad de que el precio del dinero se reduzca más ha obligado a las entidades a rebajar la remuneración de sus cuentas y depósitos

Las opciones se agotan. Las posibilidades de lograr una rentabilidad segura y atractiva para el ahorro cada vez son menos. Atrás queda el aluvión de ofertas de alta rentabilidad que constituyó una nueva guerra del pasivo entre las entidades españolas. Las cuentas al 6% y al 5% y los depósitos al 7% hace tiempo que han pasado a la historia.

Lo cierto es que el nivel del precio oficial del dinero, en el 2,75%, deja poco margen a las entidades. No en vano, las pocas que mantenían aún atractivas rentabilidades han empezado a claudicar. Coincidiendo con el comienzo de mes, Cortal, el banco dedicado a la inversión de BNP Paribas, ha reducido el interés de su Cuenta Cortal Activa -hasta la semana pasada, en el 3,45% TAE- hasta el 2,5% TAE (2,47% nominal). No ha sido la única. Uno-e ha rebajado también el interés de su Cuenta Ahorro, desde el 6% -siempre que se cumplieran determinados requisitos- hasta el 4% TAE. Desde que en septiembre de 2002 elevara el interés de este depósito hasta el 6%, Uno-e no había modificado el tipo de interés, pese a los sucesivos recortes de tipos, ya que mantenía su compromiso de remuneración hasta el 28 de febrero de 2003. Llegada esta fecha, la entidad se ha visto obligada a recortar el interés. Un paso que ya dio hace unos meses, cuando recortó la rentabilidad de su cuenta corriente del 3% TAE al 0,10% actual. Con todo, y en un intento de lograr un mayor número de clientes, la entidad ha suavizado los requisitos que exigía para acceder a la más alta remuneración. Así, ya no será necesario que el cliente domicilie una nómina de al menos 750 euros, sino que bastará que ésta sea superior a 600 euros o se reciban tres cargos al mes por domiciliación de recibos para que el banco remunere su ahorro al 4% TAE. En caso de no cumplir estas condiciones, el interés de la cuenta ahorro será del 2,75% TAE.

Otra de las entidades que ha cedido a los bajos tipos de interés oficiales ha sido ING Direct, que desde el pasado 1 de febrero ofrece una remuneración del 3,45% TAE en la Cuenta Vivienda Naranja tras rebajarlo desde el 4%, igualando así la rentabilidad a la de su producto estrella, la Cuenta Naranja.

El interés marginal de las letras a seis meses, que volvieron a subastarse el martes, se situó en el 2,32%, el nivel más bajo de su historia

Con todo, y pese a que los expertos apuestan por un nuevo abaratamiento del precio del dinero en la zona euro, de entre 0,25 y 0,50 puntos, lo más tardar antes del verano, aún existen ofertas que sobreviven a la tendencia bajista de los tipos.

El depósito al 6% de ING Direct a un mes -no renovable salvo para nuevas aportaciones-, cuya desaparición estaba prevista para el último día de febrero, continuará al menos un mes más, según la entidad. Este producto, que está exento de comisiones y no establece límite en el importe, es actualmente la oferta con mayor rentabilidad del mercado. Como bien reconocen en la entidad, la renovación del depósito no responde más que a una oferta promocional, 'a una llamada de atención a todos aquellos clientes que siguen contratando cuenta naranja'. No en vano, el producto estrella de esta entidad sigue siendo la esa cuenta. 'Es la que garantiza la sostenibilidad en el tiempo y en la que siempre nos hemos comprometido a ofrecer una remuneración superior a la de los tipos de mercado'.

Escasas opciones

Las escasas posibilidades que brinda el precio del dinero a las entidades las ha llevado a fomentar la inversión de otros productos entre sus clientes. Uno-e, por ejemplo, ha optado por potenciar su supermercado de fondos de inversión. Otras entidades han apostado por los productos de ahorro mixtos (como Patagon o Activobank), que combinan una rentabilidad fija con otra ligada a la evolución de un índice, una cesta de acciones o un fondo de inversión y cuyo denominador común es que garantizan el capital invertido. En estos casos, sin embargo, conviene sopesar el riesgo y las probabilidades de ganancia que ofrece la parte variable y no sólo detenerse en la rentabilidad fija.

Lograr rentabilidades por encima del 2,75% se está convirtiendo en todo un reto, sobre todo a corto plazo. Si el inversor está dispuesto a sacrificar plazo a favor de una más alta rentabilidad, las opciones se amplían, sobre todo en depósitos cuyo plazo supera los dos años.

Ni siquiera el mercado de deuda ofrece opciones más atractivas. Las rentabilidades de estos activos están en mínimos históricos. En la última subasta, celebrada el martes, el Tesoro público situó el interés marginal de las letras a 12 meses en el 2,247%, y el de las de 18 meses, en el 2,27%. Las letras a seis meses, que el erario público volvió a subastar el martes tras suspender su negociación en enero de 2001, arrojaron el rendimiento más bajo de su historia al situarse en el 2,32%. Los activos de renta fija pública a más largo plazo, como los bonos y las obligaciones del Estado, ofrecen rendimientos algo más atractivos, en niveles del 4%. Pese a ello, los expertos no se muestran muy positivos. A su juicio, y a pesar de los bajos rendimientos de la deuda a corto, esta opción es la más adecuada mientras se despeja la incertidumbre económica y el segmento del ahorro recupera el brillo perdido.

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