El grupo Fiat cierra el año con unas pérdidas récord de 4.263 millones
Las pérdidas netas de Fiat multiplican por cinco las del año anterior, cuando el grupo entró en números rojos. En 2002 pesaron la crisis de la división de automóviles y unas cargas extraordinarias de más de 3.000 millones. Se sanea así el coste del plan de reestructuración, la caída de valor de participaciones y las minusvalías sufridas en la venta de activos como Fraikin, divisiones de Teksid, Magneti Marelli y un paquete del 5% en GM.
Las cuentas fueron aprobadas en la reunión del consejo de administración en Turín que puso fin a cuatro años de presidencia de Paolo Fresco, el Americano, bajo la cual el grupo sufrió un acelerado declive. Asume el puesto Umberto Agnelli, cabeza de la familia que tiene el 30,4% del capital, y como consejero delegado -el quinto en el último año- se incorpora Giuseppe Morchio, un ex ejecutivo de Pirelli.
Fuentes del grupo italiano afirman que Agnelli y los bancos acreedores acordaron aplicar a las cuentas de 2002 fuertes saneamientos para limpiar el balance y evitar cargas en próximos ejercicios.
Fiat Auto, la sociedad que produce los coches Fiat, Lancia y Alfa Romeo, arrastró al grupo con unas pérdidas operativas de 1.343 millones. El resto de filiales de Fiat, con intereses en distintas industrias y servicios, aportó beneficios de 581 millones.
Las pérdidas del grupo Fiat en 2002 superan su capitalización bursátil, que es inferior a 4.000 millones tras caer ayer la acción otro 3,25%. Como señal esperanzadora, en el cuarto trimestre se logró una leve ganancia operativa de tres millones, lo que se cree un efecto de la reestructuración. Fiat ha suspendido 8.100 empleos en Italia.
La deuda neta del grupo se redujo un 37% hasta 3.780 millones. Incluidas operaciones contabilizadas a principios de 2003, esa cifra bajaría de los 3.000 millones, objetivo acordado con la banca en mayo pasado. En términos absolutos el endeudamiento financiero es de 29.590 millones.
La facturación del grupo bajó un 4%, hasta 55.649 millones, debido a una caída del 9,4% en el negocio de Fiat Auto. Recapitalizar esta filial es la tarea más urgente del nuevo equipo gestor. El consejo confirmó que prepara una ampliación de capital de hasta 5.000 millones de euros, que se realizará en dos fases.
Fiat inyectará 'de inmediato' 3.000 millones en Auto. Esta operación se realizará mediante condonación de deuda dentro del grupo, igual que se hizo hace tres meses por una cuantía similar. En todo caso Fiat espera captar recursos con la venta de la aeronáutica Avio y la aseguradora Toro, lo que se prevé cerrar el próximo otoño. Lo que no aclaró Fiat es quién aportará los 2.000 millones adicionales de esa ampliación, para lo que se da 18 meses.
Las conversaciones con General Motors, que tiene un 20% de Fiat Auto, se han prolongado en las últimas semanas sin resultados. El grupo de Detroit sólo está dispuesto a aportar fondos a Fiat si se le libera de la obligación de comprar el 80% restante en 2004. La banca acreedora de Fiat no quiere perder esa opción, vista como un salvavidas.