Fiat nombra su quinto consejero delegado en un año, al ex ejecutivo de Pirelli Morchio
Giuseppe Morchio, un antiguo ejecutivo de Pirelli, es la quinta persona que ocupará el puesto de consejero delegado en Fiat en el último año. La decisión será tomada mañana viernes por el consejo de administración del mayor grupo industrial italiano, sumido en la inestabilidad tras cerrar 2002 con unas pérdidas que podrían superar los 3.000 millones de euros.
En la misma reunión del consejo asumirá la presidencia Umberto Agnelli, hermano del fallecido Giovanni. La familia fundadora recupera las riendas de la compañía, a pesar de que su peso en el capital se ha diluido en favor de la banca acreedora.
El anuncio fue hecho ayer por las sociedades Ifi e Ifil, a través de las cuales los Agnelli controlan el 30% de Fiat, en un comunicado al regulador bursátil italiano.
Alessandro Barberis, que ha ocupado el puesto de consejero delegado apenas dos meses, pasará a ser vicepresidente. Abandona la presidencia y el consejo Paolo Fresco, máximo responsable de Fiat desde 1998, tras una gestión que dejó al grupo en situación crítica. Con él se marcha del consejo su antiguo jefe, el ex presidente de General Electric Jack Welch. Se incorpora el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo.
La ola de cambios se inició en junio de 2002, cuando dimitió como consejero delegado Paolo Cantarella por el deterioro de la cuenta de resultados. Le sustituyó el propio Paolo Fresco, que acumuló los dos cargos. Después se sumó como coconsejero delegado Gabriele Galateri, pero sólo duró hasta diciembre y hoy dirige la aseguradora Toro. Barberis fue aún más breve. Morchio, genovés de 55 años, ha ocupado altos cargos en Pirelli. Fue el máximo responsable del grupo en España entre 1989 y 1991 y después de la filial norteamericana y de la división de cables y sistemas. Fue consejero delegado de la eléctrica Enel durante sólo un mes, pues dejó el cargo junto al presidente.
El consejo analizará y hará públicas las cuentas de 2002. Una encuesta entre analistas de Bloomberg pronostica pérdidas netas de 3.120 millones, frente a los 445 millones de resultado negativo de 2001.