Plan europeo para impulsar la pyme
Integrar en la política europea y en cada política nacional el principio 'pensar primero a pequeña escala' y la dimensión pyme es el gran objetivo que se ha marcado la conferencia de ministros responsables de las pequeñas y medianas empresas de la UE, celebrada el pasado día 14 de febrero en Tesalónica.
La conferencia, continuidad de la iniciativa surgida durante la presidencia española en el primer semestre de 2002, centró sus trabajos en el examen del Libro Verde sobre el espíritu empresarial, presentado por la Comisión Europea y que será sometido ahora a un periodo abierto de consultas que concluirá en junio de este año.
Al término de los debates, en los que tuvo una activa participación el secretario de Estado español de Energía y de la Pequeña y Mediana Empresa, José Folgado, los ministros ratificaron su acuerdo en que el espíritu emprendedor y las pequeñas empresas deben ser el centro de atención de toda estrategia que pretenda conseguir el objetivo de Lisboa, porque sólo la originalidad y el espíritu creativo de los empresarios pueden conseguir que Europa saque el máximo provecho posible de los nuevos conocimientos.
En espera de los resultados del debate sobre el Libro Verde, los responsables comunitarios de la pyme anunciaron que van a pedir a la Comisión que elabore, como medida de seguimiento, un plan de acción sobre el espíritu empresarial antes de que finalice 2003. El objetivo de este plan de acción es, fundamentalmente, crear un entorno económico que elimine las barreras al desarrollo y al crecimiento de las empresas, equilibre los riesgos y recompensas de la actividad empresarial, y avance hacia una sociedad empresarial.
En las conclusiones de la conferencia, los ministros afirman su disposición a 'escuchar más atentamente las preocupaciones y las opiniones de las pequeñas empresas en relación con la definición y la aplicación de políticas y programas para las pymes' y destacan que 'los resultados de los informes sobre la aplicación de la Carta Europea de las pequeñas empresas muestran que se ha logrado un gran avance en la mejora del entorno empresarial', aunque reconocen que todavía existe un gran potencial de mejora mediante el uso de las buenas prácticas identificadas por toda Europa, incluso en los países candidatos a la adhesión. Para ello asumen tres compromisos concretos:
Seguir recogiendo y poniendo en práctica el gran volumen de buenas prácticas identificadas en el contexto de los Proyectos Best y otros ejercicios de estudio comparativo. Las acciones deben adaptarse a las necesidades propias de cada Estado miembro. Hay suficiente campo de actuación para la realización de Proyectos Best en todas las áreas de la Carta. Sin embargo, también es necesario que cada año nos limitemos a un número determinado de áreas importantes.
Intensificar nuestros esfuerzos en las áreas de 'mejor regulación' (en especial en relación con las repercusiones de la legislación en las pequeñas empresas mediante evaluaciones de impacto), educación y formación en conocimientos y técnicas empresariales y de gestión, acceso a financiación mediante capital riesgo y capital inicial para nuevos proyectos, innovación y transferencia de tecnología, introducción del comercio electrónico, la eliminación de barreras al mercado de servicios por Internet y el acceso a mercados internacionales. Y prestar especial atención al impulso de las mujeres empresarias y a los empresarios potenciales en áreas desfavorecidas y dentro de los grupos excluidos socialmente.
Finalmente los ministros acordaron 'hacer todo lo posible por incluir en los textos resultantes de la Convención de la Unión Europea una referencia a la competitividad de las empresas y en especial al espíritu emprendedor'.