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Unión Europea

La directiva sobre cogeneración amenaza las ayudas de España

La cogeneración es una técnica que permite la producción al mismo tiempo de electricidad y calor, con el consiguiente ahorro de combustible y de emisiones de dióxido de carbono (CO2). A pesar de estos beneficios, el modelo se encuentra prácticamente estancado en Europa desde 1998, según afirma la Comisión Europea. Su cuota de mercado respecto al total de la demanda eléctrica bruta española alcanzó el 11% en 2002, según estimaciones de Cogen España, demasiado lejos del 18% que la Unión Europea (UE) se ha marcado como objetivo para 2010.

La Comisión Europea presentó en julio del año pasado una directiva que aspira a fijar un marco regulador común y transparente que permita la inyección de recursos públicos para acelerar la introducción de este modelo energético. Pero la iniciativa ha derivado en una trifulca monumental sobre los criterios para definir la eficacia energética exigible a la cogeneración, un parámetro que marcará el umbral para poder acogerse a ayudas públicas.

Del resultado dependerá que la definición de 'alta eficiencia' favorezca a las aplicaciones de la cogeneración en el ámbito de la calefacción central o en las instalaciones industriales y agrícolas. Entre las primeras, figuran las instalaciones de calefacción centralizada, que en gran parte del norte de Europa se dedican esencialmente a producir calor y sólo marginalmente generan electricidad. Su eficacia está garantizada porque el calor, que no puede transportarse ni almacenarse, cubre una demanda real e inmediata.

En cambio, en España, la cogeneración (en torno al 12% de la producción eléctrica neta) tiene lugar principalmente en industrias de enorme consumo energético, como la papelera o la azucarera y, aunque el ahorro de energía es evidente, su eficacia resulta más difícil de justificar. Sobre todo, con la definición que propone el europarlamentario socialista Norbert Glante, ponente encargado de la directiva, al que se acusa de favorecer el modelo del norte de Europa.

Glante propone que, a efectos de cogeneración, sólo se considere 'calor útil', cuando éste se utilice para 'calefacción, preparación de agua caliente, refrigeración o calor de proceso'. El eurodiputado popular, Alejo Vidal-Quadras advierte que, si las tesis del alemán se imponen, 'una buena parte de lo que se considera cogeneración en España quedará fuera de juego o no podrá recibir un apoyo proporcional al ahorro de energía que genera'. España pide una vuelta al texto original, elaborado por la Comisaria Europea de Energía, Loyola de Palacio, que reservaba el mismo tratamiento a los tres modelos de cogeneración.

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