Castigo bursátil para los mayores accionistas

El severo castigo bursátil que ayer recibieron las acciones de Ahold se trasladó de inmediato a la cotización de los títulos de sus principales accionistas.

Las acciones del grupo financiero ING, propietario de un 7,42% de la compañía, cayeron un 6,8%. Aegon, que controla un 6,11% del capital, perdió un 6,5%, y la cotización de Fortis, que posee casi un 8% de Ahold, cayó un 3,9%. Los expertos reconocen que la caída de Ahold supone un duro impacto para su cartera de participaciones, pero consideran que el 'castigo estaba siendo excesivo'.

La ola de caídas fue generalizada en todos los mercados, abatidos por un sentimiento renovado de pérdida de confianza que viene a agravar las cautelas que los inversores ya tenían establecidas en el marco de una intervención en Irak.

Golpe de timón

'Son malas noticias después de haber recibido hace sólo unos meses malas noticias del comportamiento de Ahold', señalaba un analista. 'La destitución del consejero delegado es una buena medida para intentar dar un golpe de timón en la compañía, Pero Ahold es un barco muy grande como para dar golpes de timón', añadió.

Ayer mismo, un bufete estadounidense, Bernstein Litowitz Berger & Grossmann, se apresuró a adelantar que ha decidido iniciar acciones legales contra Ahold.

Ante el inmenso aluvión de noticias negativas y dudas sobre la capacidad real de la empresa de atender las exigencias de su deuda, el grupo Ahold precisó ayer que ha obtenido y renovado nuevas líneas de financiación por importe de 3.100 millones que, entre otras cosas, le permitirán atender el pago de la deuda que vence este año.