El tira y afloja en el seno de la ONU pasa factura a las Bolsas
Aunque están acostumbrados a lidiar con la enrevesada contabilidad de las empresas, los inversores no se sienten cómodos con el lenguaje diplomático. Los movimientos de la Bolsa en las últimas jornadas responden a la visión de botella medio llena o medio vacía que suele imperar en los mercados. Así, si las subidas del lunes y el martes se produjeron porque la amenaza de guerra en Irak parecía menor, ayer bajaron porque la posibilidad de conflicto era mayor. Una situación que amenaza con repetirse hasta que, como decía ayer un analista, 'pase algo de verdad'.
Los mercados de EE UU y Europa retrocedieron en bloque. En Wall Street las pérdidas resultaron algo más leves, un 0,5% para el Nasdaq y un 0,91% para el Dow. Las presiones de EE UU y del Reino Unido para forzar una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que autorice el uso de las armas en el conflicto iraquí fueron el desencadenante de las ventas. Aunque teniendo en cuenta que el castigo no fue tan severo en EE UU, también influyó la tentación de vender tras los repuntes del viernes y el martes.
La nota más destacada ayer en Wall Street fue la mejora de recomendación sobre el sector de semiconductores de Morgan Stanley. Esta firma elevó de igual que el mercado a sobreponderar a Intel (+0%), Texas Instruments (+0,55%) y Xilinx (-0,05%). No obstante, los fabricantes puros de chips, como KLA Tencor (-1,85%) o Applied Materials (-3,3%), retrocedieron tras conocerse que los pedidos de la industria cayeron el 10% en enero.
Batacazo del Dax, que ayer perdió un 4,21% muy afectado por el castigo que sufrió Deutsche Telekom (-9,82%), cuya caída se llevó por delante al resto del sector de telecomunicaciones europeo.
Los descensos de las telecos pasaron a las grandes Bolsas europeas, donde las empresas de telefonía representan una parte importante de la capitalización de cada plaza. Así París cedió un 2,7%; Milán, un 2,11%, y Madrid, el 2,08%.
La emisión ayer de 2.300 millones de euros en deuda a tres años intercambiable por acciones por parte de Deutsche Telekom provocó una fuga hacia los bonos de la telefónica alemana. Los inversores consideran que es mejor poseer deuda que títulos, ya que se evita así la pérdida de valor por la dilución de capital que tendrá lugar cuando venzan los bonos.
France Télécom, con una deuda en la espalda cercana a los 70.000 millones de euros, muy similar a la de Deutsche Telekom, cedió un 5,85%. Por si fuera poco, los analistas de Julius Baer recortaron su recomendación sobre la francesa. El corolario final a la debacle del sector lo firmó la nórdica TeliaSonera, que cedió el 10,36% tras presentar unos resultados de 2002 inferiores a lo previsto. La británica Reckitt Beckinser, fabricante de productos para limpieza, registró otra de las caídas sonadas de la sesión, un 10,05%, después de que uno de sus accionistas de referencia vendiera en el mercado un millón de acciones de la compañía. Mal día también para Nokia (-3,61%), por lo que no sentaron nada bien las palabras de Motorola, que señaló que el despegue de la tercera generación de móviles será más lento de lo esperado.
Entre las alzas de la jornada destacó la de la hotelera británica Six Continents (+6,4%) después de que el magnate de la restauración Hugh Osmond señalara que no descarta lanzar una oferta sobre esta compañía.
El Banco Central de Brasil subió ayer un punto los tipos de interés, que se colocan en el 26,%. La Bolsa cedió un 1,95% pese a que esperaba tal decisión.
El Gobierno japonés anunció ayer que suspende la venta de sus participaciones en la teleco NTT y la tabacalera Japan Tobacco, previstas para antes del 31 de marzo de 2002, ante la debilidad de las Bolsas. El Estado nipón posee aún el 53% de NTT y el 66,7% de la tabacalera. Por otro lado, el Nikkei cedió un 0,17% en un mal día para la banca.