El euro se modera por el respiro en la crisis iraquí
La divisa europea recupera parte del valor perdido en las dos últimas jornadas frente al dólar, y se sitúa en Francfort a las 17.10 horas a 1,0701 dólares, frente a los 1,0742 dólares de esta mañana. Por su parte, el BCE fijó el cambio oficial del euro en 1,0714 dólares.
El pasado jueves, el euro cotizaba 1,0832, pero el informe de los inspectores de la ONU que no demostraba que Irak poseyese armas de destrucción masiva, así como la petición de más tiempo para continuar la labor del equipo que comanda Hans Blix, atenuaron el temor a la inminente guerra, y el dólar volvió a comprarse en los mercados mundiales.
Por su parte, en el mercado de Tokio, el yen ha obtenido su mayor revalorización frente al dólar de las últimas seis semanas, después de que el Ministro de Finanzas Masajuro Shiokawa sugirió que no buscará ayuda de las principales economías mundiales para debilitar su moneda. El yen se fortaleció hasta 119,24 frente al dólar, y 127,99 frente al dólar, desde los 129,01 de la jornada precedente.
La importancia de un yen débil es vital para la economía japonesa, ya que las exportaciones representan un 11% de la misma, según cifras del Banco Mundial. En el último año, el yen ha subido asimismo un 11% frente al dólar, erosionando los ingresos de compañías como Canon, que obtiene tres cuartas partes de sus ingresos de las exportaciones.
Blair deja abiertas sus opciones sobre el referéndum
El primer ministro británico, Tony Blair, aseguró hoy que su política sobre el euro no ha variado, pese a la divulgación de un informe oficial que echa leña al fuego de quienes sospechan que se retrasará la convocatoria del prometido referéndum. Blair dijo que el resultado de una cumbre en marzo de los líderes de la UE será clave para determinar si se convoca este año la consulta popular sobre la introducción de la moneda única europea. La prensa lleva tiempo alertando que lo previsible es que esa consulta no se celebre este año. The Times afirma hoy que Londres planea retrasarla hasta después de las próximas elecciones, que se celebrarán en 2004 o 2005, y que las dudas sobre el euro están uniendo al liderazgo laborista.