La amenaza de guerra y las presiones sindicales atenazan a las aerolíneas
Dificultad, dificultad', así describe Joaquín García-Romanillos de Espíritu Santo las perspectivas para las aerolíneas europeas. El sector es extremadamente sensible a cualquier conflicto bélico y ésta es la principal amenaza a corto plazo, según señalan los expertos. Lufthansa advirtió ayer que la guerra podría provocar una caída de pasajeros del 20%.
El problema es que las incertidumbres son numerosas. La evolución de la demanda es otra gran preocupación incluso si la guerra no tiene lugar, señala Goldman Sachs en su último informe.
El retraso de la recuperación económica, por otra parte, agrava la falta de visibilidad del sector dada la ciclicidad del negocio. La Comisión Europea reconoció ayer que la amenaza de guerra podría provocar un crecimiento menor de lo esperado este ejercicio y no descarta bajar la previsión actual del 1,8% para la zona euro.
Merrill Lynch señala en su último informe sobre el sector que las empresas que mejor afrontarán una nueva crisis en la industria serán aquellas con una fuerte presencia en mercados grandes y con cuentas de resultados relativamente robustas. En su lista de favoritas que cumplen estos requisitos incluye a Iberia, Air France y Lufthansa.
La firma de análisis aplaude la gestión de la aerolínea española, los bajos costes y sus sólidos resultados. Considera que salió fortalecida tras el 11 de septiembre al haber podido aumentar su cuota de mercado en los mercados que domina.
La flexibilidad de la española es otro factor que aplauden los expertos. Iberia decidió retrasar la incorporación de tres aviones nuevos el pasado viernes por el clima prebélico.
El tráfico aéreo de Iberia se incrementó además un 6% en enero y la ocupación mejoró un 4,1%. Los datos sorprendieron favorablemente. 'Por la estructura flexible Iberia puede ser la que mejor lo haga en este entorno negativo', señala David Cabeza de Renta 4. Este experto resalta la solidez financiera y el colchón que supone su participación del 18,3% en Amadeus. Hasta ahora Iberia aguanta el tipo y pierde el 6,43% frente a caídas como el 18,7% de KLM.
Las presiones sindicales son otra fuente de inestabilidad para el sector. Los pilotos de Air France empezaron una huelga de cuatro días ayer para reivindicar mejoras salariales. La compañía prevé verse obligada a reducir el 10% de los vuelos. Iberia también se ha enfrentado recientemente a una nueva amenaza de huelga. Goldman Sachs señalaba en su último informe que las presiones sindicales empeorarán.
La escalada del precio del crudo es otro motivo de preocupación. La mayor parte de las compañías tienen políticas de cobertura para los primeros seis meses del año, pero es la segunda mitad del año la que suscita incógnitas.
Otros advierten sobre la amenaza que pueden suponer las aerolíneas de bajo coste.