El odio a Francia

Los franceses somos vagos, pobres de ánimo, bastante antisemitas y, sobre todo, antiamericanos. Nos olvidábamos: también somos 'viejos'. Así es como cierta prensa estadounidense ve a los franceses (...).

Encontraríamos poco reconfortante darnos cuenta de que la francofobia es un sentimiento que comparte el partido del presidente Bush. Igualmente inútil es observar que Francia es un país en el que los libros son un éxito. Y, sin duda, es aún más vano insistir en dos elementos de la posición de París: Irak no representa ningún peligro como para merecer una guerra y una guerra contra un país árabe es exactamente lo que desea Bin Laden.

La reputación de Greenspan

Ningún presidente de la Reserva Federal admitirá, realmente ninguno de los que ha dirigido la política monetaria en los últimos 15 años lo ha hecho, que la economía estadounidense ha entrado en serios problemas según su opinión. Pero Alan Greenspan el martes ante el Senado pareció estar más abierto que nunca a esa posibilidad (...).

Tras dos años de testimonios confusos, Greenspan fue claro al dar su opinión sobre la política de impuestos (...). Fue claro al apoyar la propuesta de Bush de abolir presión fiscal (...), pero subrayó que no debería hacerse a expensas del rigor presupuestario. Expresó su preocupación sobre lo que pueda ocurrir dentro de 15 años, cuando la generación del baby boom se retire de la vida laboral, y aumenten los gastos sanitarios. Tampoco apoyó a los que confían siempre en una rápida recuperación (...).

Nada de esto aumentará su popularidad en el Gobierno (...). Pero Greenspan ha asegurado su reputación para años venideros.