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Madrid

El Ibex sube el 2,34% en una sesión de rebote técnico en las Bolsas europeas

Greenspan, como la montaña, parió un ratón. 'El discurso de hoy por ayer me recuerda mucho a lo que se publicó en el Libro Beige no hace mucho. No hay sorpresas y se muestra más complaciente que otros prohombres respecto a las medidas de la Administración Bush', dice Alejo Buendía, gestor de patrimonios.

'Greenspan repite el mismo guión de los últimos años y deja todo a la suerte de la productividad en Estados Unidos, que es el término que más utiliza. Por lo demás, el discurso ha destacado, por enésima vez, lo que todo el mundo sabe sobre la guerra y la incertidumbre geopolítica. La decepción ha estado en su análisis sobre las últimas medidas económicas de Bush y, en concreto, sobre la apelación al déficit creciente, algo a lo que desde siempre se ha opuesto el presidente de la Reserva Federal. Quizá no quiere complicarse y eso sería muy negativo', dice Pedro Luján, economista.

Las Bolsas europeas reaccionaron al unísono hasta el cierre, lo que confirma que se vive una situación técnica generalizada, bajo la batuta de los operadores con derivados. La recompra de posiciones cortas (de venta al descubierto o con futuros) fue la que impulsó los índice.

El Ibex subió un 2,34%, en línea con el resto de mercados europeos. La baja cifra de actividad, sin embargo, quita consistencia a la ganancia. El negocio de la sesión, 1.051 millones sin contar bloques y operaciones especiales, fue uno de los más bajo del año.

El cierre alcista de las Bolsas estadounidenses en la jornada del lunes permitió la apertura alcista de los mercados europeos ayer. A la hora de explicar el repunte de Wall Street, los analistas aluden a dos factores. Uno, puramente técnico. Se trata de la recompra de posiciones cortas y su efecto alcista inducido. Otro, la tregua aparente que supone el hecho de que las autoridades de Irak hayan permitido los vuelos de reconocimiento de los aviones espía U-2.

Hay quienes consideran, así, que los inspectores pueden ofrecer el viernes una lectura de mayor cooperación en sus contactos con las autoridades de Irak. Esto, unido a la incapacidad de las autoridades europeas para ponerse de acuerdo sobre el apoyo a Estados Unidos de la OTAN, aumenta la probabilidad de un aplazamiento del conflicto militar.

La gran referencia de ayer fue, no obstante, la comparecencia de Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, ante el Senado.

Fuerte avance de Telefónica

El responsable de la política monetaria remarcó que el aumento de las tensiones geopolíticas se ha añadido a las incertidumbres de los últimos tres años, lo que ha creado una fuerte barrera para la inversión de las empresas y, por tanto, para la recuperación económica.

Greenspan reconoció que el banco no tendrá un panorama claro de la situación económica hasta que no se resuelva el conflicto iraquí. Una vez que finalice la incertidumbre, la economía estadounidense se encontrará en disposición de iniciar una fuerte recuperación.

Fue precisamente ese mensaje el que provocó la reacción alcista de los mercados, si bien las subida de las plazas estadounidenses eran de menor envergadura que en las europeas.

En la Bolsa española, Telefónica y la gran banca tiraron del Ibex. La operadora de telecomunicaciones sumó un 3,81%; el SCH se revalorizó un 4,94% y el BBVA, el 2,49%. Entre los tres valores aportaron 97,8 puntos de los 135,7 que subió el Ibex.

Elevada volatilidad en el mercado de deuda

El nerviosismo por las tensiones geopolíticas y las dudas acerca de la recuperación económica han desencadenando una fuerte volatilidad también en los mercados de deuda. La jornada de ayer fue una muestra. La sesión se inició con retrocesos, por tanto, avances en la rentabilidad de los bonos gracias a la relajación de la tensión bélica. La intervención de Greenspan provocó un vuelco en el mercado y los bonos volvían a subir, con la consecuente presión sobre la rentabilidad.El interés de los bonos del Tesoro a 10 años se mantenía en torno al 3,966%, si bien todavía por encima del 3,8% que marcaba a principios de enero. La rentabilidad del los títulos españoles con igual vencimiento, por su parte, apenas variaba y se situaba en el 4,052% desde el mínimo de 4,043% registrado dos días antes. En ese contexto, la onza de oro, otro activo considerado refugio, volvía a escalar posiciones tras la caída del lunes. Se situaba cerca de 364 dólares, por debajo del máximo de los 381 que marcó la pasada semana, cuando Powell presentó ante la ONU las supuestas pruebas de que Irak tiene armas de destrucción masiva, pruebas que no recibieron respaldo unánime. El crudo también subía hasta situarse por encima de los 32 dólares el barril de brent después del retroceso de la víspera. La concesión hecha por el régimen de Bagdad, que permitirá los vuelos de vigilancia de los aviones espía U-2, en cumplimiento de la resolución 1.441 de Naciones Unidas, tal y como demandaban los jefes de los equipos de inspectores, fue recibida inicialmente por los mercados como un signo positivo, pero no suficiente como para acabar con las dudas. Los analistas advierten que la volatilidad continuará hasta que no se resuelva el conflicto. La división internacional y la resolución de EE UU de llevar a cabo el ataque, con o sin apoyo internacional, seguirán siendo factores de inestabilidad.

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