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Resultados

Renault duplica el beneficio y recorta la deuda pese a vender menos

Louis Schweitzer, presidente de Renault, pudo ayer felicitarse de los resultados de su arriesgada apuesta del año 1999, cuando entró en el capital de Nissan, entonces al borde de la quiebra. La atípica alianza Renault-Nissan, que por ahora no pasa por la fusión, se ha convertido en la más exitosa en el sector y ha servido para capear una coyuntura adversa en 2002.

Renault tuvo ganancias netas de 1.956 millones de euros, casi el doble que los 1.051 obtenidos un año antes. Nissan -dirigida por Carlos Ghosn, el delfín de Schweitzer-, aportó 1.335 millones de euros al beneficio del grupo francés, es decir, dos tercios del total. Y, por su parte, Renault invirtió 1.875 millones en elevar su participación en Nissan hasta el 44%.

Ambos valores fueron los únicos del automóvil que subieron en Bolsa el pasado año. Schweitzer avanzó que en los próximos años se lograrán aún mayores beneficios de la alianza, que incluye una organización común de compras y crecientes sinergias industriales.

En todo caso, Renault también mejoró sus propios resultados el pasado año. La facturación creció un 2,6%, hasta 36.336 millones, a pesar de que las ventas en unidades, 2,4 millones de coches, bajaron un 0,4%. Aun así, Renault fue por primera vez la marca de turismos más vendida en Europa occidental, con un 11,3% del mercado, por delante de Volkswagen.

El beneficio operativo de la marca francesa fue de 1.217 millones, frente a 704 millones un año antes, lo que ha permitido alcanzar un margen operativo del 4% de las ventas, porcentaje que Schweitzer se propone repetir en 2003.

La deuda neta se recortó un 35%, hasta los 2.495 millones de euros, un nivel que, según Schweitzer, 'ya no es motivo de preocupación'. En 2003 seguirá bajando, pero no al mismo ritmo.

El ejecutivo francés no obvió las incertidumbres que se ciernen sobre el negocio del automóvil y no sólo por el impacto de la guerra en Irak. 'No excluimos que las condiciones sean menos favorables en 2003', dijo Schweitzer, quien expresó sus dudas sobre la situación de la economía alemana.

En todo caso, el presidente de Renault explicó que su marca estaría en condiciones de resistir un contexto económico adverso. En primer lugar, porque tiene productos nuevos como el Mégane; en segundo, porque fabrica sus coches bajo pedido, y en tercero, porque ha reducido sus costes fijos.

Preguntado por el conflicto en la fábrica de Nissan en Barcelona, cuyo convenio colectivo ha sido anulado, Schweitzer evitó pronunciarse por competer a su socio. Se limitó a recordar que la furgoneta Renault Trafic, que se monta en la planta de Nissan, está asegurada para los próximos 10 años.

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