La cumbre hispanoalemana resalta las discrepancias en torno al conflicto
La reunión entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, en el mar-co de la cumbre hispanoalemana que se celebra en Lanzarote, no consiguió un acercamiento entre las posturas de los dos países con respecto a la crisis de Irak. Ambos mandatarios dedicaron parte de su reunión, que duró dos horas, a hacer una ¢exposición muy detallada¢ de las razones por las que defienden sus posiciones respectivas.
Los jefes de la diplomacia sí estuvieron de acuerdo en que es necesario ¢mostrar unidad europea, recuperar los procedimientos europeos¢ y acercar posiciones en el Consejo Europeo convocado para el próximo lunes para afrontar las discrepancias europeas ante la crisis de Irak.
El Gobierno considera que, aunque la UE logre una posición unitaria sobre la crisis, ello no modifica la resolución 1.441 de la ONU, ni su amenaza de que Irak deberá enfrentarse a ¢serias consecuencias¢.
Antes de iniciarse la reunión, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, afirmó que Europa debe ¢construir un máximo común denominador¢ en la crisis iraquí e ir ¢aumentándolo para que sea cada vez mayor¢. Palacio admitió que no se pueden negar las diferencias entre los dos países, pero agregó que hay ¢una base común¢.
La ministra no quiso prejuzgar el resultado del Consejo Europeo del próximo lunes, convocado por la presidencia griega de la UE para afrontar las diferencias entre los socios, pero advirtió que ¢Europa no es de 15, sino de 27 más uno¢, en referencia a los 12 candidatos a la UE y Turquía, y ¢hay que escuchar a todos¢.
Palacio afirmó no conocer las ideas alternativas francoalemanas para el desarme iraquí ni si incluyen la posibilidad de enviar cascos azules.
Junto a las cuestiones internacionales, la cumbre acogió también encuentros entre los ministros de Economía, Rodrigo Rato y Hans Eichel; Interior, Ángel Acebes y Otto Schily, y Justicia, José María Michavila y Brigitte Zypries.
En este sentido, los ministros de Economía de ambos países trataron de buscar soluciones para coordinar sus actuaciones en caso de que el petróleo supere los 35 dólares, con el fin de minimizar los efectos de una posible subida del crudo