Un dólar débil, la esperanza para 2003
La pérdida de terreno del billete verde ha empezado a impulsar los resultados en el IV trimestre y seguirá haciéndolo durante este año
n dólar débil es, en general, percibido como malo para las Bolsas. La correlación entre los índices de renta variable y la evolución de la divisa norteamericana es alta, según la experiencia histórica. Sin embargo, el debilitamiento del dólar está empezando a servir de balón de oxígeno para las cuentas de resultados de las empresas de Estados Unidos, según resaltan los expertos.
'La caída experimentada por el dólar -que ya se prolonga un año- está llevando a un resurgimiento del poder de fijación de precios y los resultados de las empresas estadounidenses en el extranjero están reportando más beneficios; asimismo, ayudará a los productores de EE UU a ganar cuota de mercado globalmente. Más importante aún es el hecho de que, en nuestra opinión, los directores generales vean con buenos ojos este fenómeno, que a nuestro entender está lejos de agotarse', según Rebecca McCaughrin, analista de Morgan Stanley.
Las compañías del índice S&P 500 obtienen en torno a un 20% o un 30% de sus beneficios en el extranjero, según los datos de Morgan Stanley, por lo que el fortalecimiento del dólar ha estado deprimiendo los resultados en los últimos siete años. En la actualidad, la caída del dólar está impulsando esos resultados respecto al año pasado. Las ganancias son mayores en Europa, donde el dólar se ha depreciado un 12% frente al euro en el transcurso de 2002.
Las compañías del S&P 500 logran un 20%-30% de sus beneficios en el extranjero, por lo que el dólar fuerte ha deprimido los resultados en los últimos siete años
Este efecto de pura traslación cambiaria es el que se refleja de un modo más directo en los resultados. Cada euro de beneficio en Europa supone a los niveles actuales 1,08 dólares, mientras que hace un año representaba 0,87 dólares. Las grandes multinacionales de EE UU son las que más salen ganando.
Pero, además, a medio plazo, el dólar débil puede ayudar a ganar cuota de mercado en un mundo de bajo crecimiento en el que el exceso de capacidad sigue siendo motivo de inquietud: 'Al dólar todavía le queda mucho camino por recorrer antes de que pueda ayudar a las empresas estadounidenses a recuperar cuota de mercado; no obstante, si estamos en lo cierto respecto a esta tendencia, comenzará a hacerlo. En un universo de bajo crecimiento dependiente de EE UU los avances son limitados, pero incluso un aumento del 1% en la cuota de mercado estadounidense en el ámbito del comercio global impulsaría el PIB en un 0,7%', explica McCaughrin.
La debilidad del dólar es una de las sorpresas de este arranque de año, según Ana Rivero, directora de análisis de Banif: 'Si bien se podía esperar una depreciación proveniente de la incertidumbre que genera el entorno prebélico, lo cierto es que los niveles alcanzados han sido excesivos. Desde el propio Banco de Japón se alerta de lo pernicioso de un dólar en continua tendencia bajista para las economías eminentemente exportadoras. Y no olvidemos que Alemania es una de ellas. Algunos vaticinan un continuo y progresivo deterioro del billete verde que lo lleve a corregir el abultadísimo déficit comercial de EE UU, pero a nuestro entender, es más plausible volver a ver flujos hacia el dólar y hacia los activos en dólares en el momento en que la actual incertidumbre se disipe que lo contrario.
Tim Stewart, experto en divisas de Morgan Stanley, cree que a la debilidad actual del dólar aún le queda recorrido: 'Aunque algunos de los engranajes del G-10 ya han empezado a chirriar y se han hecho ciertas referencias a la velocidad de la reciente caída del dólar, en general, se continúa tolerando el descenso y se considera como un movimiento de corrección adecuado. Prevemos que las autoridades europeas emitan nuevas señales sobre la necesidad de mantener la intensidad de la caída bajo control. Un nuevo descenso acusado plantearía problemas a una serie de economías. Recientemente revisamos al alza nuestro objetivo táctico para el cambio euro/dólar de 1,07 a 1,10 dólares y seguimos recomendando mantener una posición larga moderada en el cruce euro/dólar. Prevemos que el recorrido alcista sea menos lineal y con más sobresaltos que en las últimas semanas ante la debilidad evidenciada hasta el momento y el considerable riesgo de posibles eventualidades. Un acontecimiento que podría conducir a un rebote considerable del dólar sería una temprana resolución del conflicto con Irak. No obstante, a pesar de la reciente atención prestada por la diplomacia y los medios de comunicación a una pronta salida de Sadam, en mi opinión, tal cosa no sería probable hasta que la acción militar estuviera a punto de iniciarse'.
BNP Paribas ha revisado también esta semana sus previsiones con respecto al tipo de cambio del euro frente al dólar. Según explica su economista David Thwaites, han elevado la previsión de tipo de cambio medio de este año de 1,08 a 1,12 dólares, y la del próximo, de 1,13 a 1,18 dólares. Esperan que el euro esté a 1,17 dólares a finales de este año y a 1,22 a finales del próximo.
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Mejor que las previsiones, para variar
Para superar las previsiones de los analistas, no hay nada más eficaz que lograr que sean suficientemente bajas. Los directores financieros y los departamentos de relaciones con los inversores han adquirido una pericia creciente en el arte de guiar a los analistas en una secuencia que se repite trimestre a trimestre. Las empresas que ven que el mal llamado consenso (y que en realidad es una media) de los analistas está demasiado alto, lanzan una advertencia sobre sus resultados (profit warning). En cambio, las que ven la previsión demasiado baja se lo callan: ya tienen la sorpresa positiva lista. Así, los resultados publicados son mayoritariamente 'mejores que los previstos'. Las sorpresas positivas predominan incluso cuando los resultados son malos (pero menos malos que lo previsto, por supuesto).En el cuarto trimestre de 2002, y cuando ya se han publicado las cifras de 388 de las 500 empresas del S&P, sólo una de cada cinco se ha ajustado al guión. El 60,6% de las empresas ha publicado una cifra de beneficio por acción mejor que la esperada y sólo el 18% ha deparado una sorpresa negativa. Por cada empresa que empeora sus resultados, hay tres que los mejoran. El crecimiento total del beneficio ronda el 15% en el trimestre, tomando como base los resultados recurrentes y excluyendo plusvalías y cargos extraordinarios.