El Pastor impulsa un plan de expansión para duplicar su tamaño en tres años
Lo que hemos hecho hasta ahora es caminar, ahora empezamos a correr, con paso firme'. El presidente del Banco Pastor, José María Arias Mosquera, se mostró ayer así de gráfico para explicar que el banco gallego, una vez reforzada su primera línea ejecutiva, emprende una nueva etapa con un proyecto muy claro: 'Ser un banco de sólida implantación nacional'.
A este fin responde el fichaje hace ahora tres meses de Fulgencio García Cuéllar, ex consejero delegado del Banco Popular, y considerado uno de los artífices del modelo de crecimiento rentable de la entidad presidida por los hermanos Valls, un modelo que traslada al Banco Pastor. García Cuéllar explicó ayer, en su primera aparición ante la prensa desde sus nuevas responsabilidades, el diseño concreto de un ambicioso plan de expansión que se estrena este año con la apertura de 50 sucursales, lo que supone aumentar en un solo ejercicio más del 10% el tamaño de su red actual.
El crecimiento, que continuará en 2004 con otras 40 o 50 oficinas, se centrará en Cataluña, Levante, Andalucía y Madrid y en zonas urbanas de Galicia.
Este nuevo ímpetu expansionista lleva a los responsables de la entidad a plantearse por primera vez la posibilidad de crecer mediante compras y adquisiciones. 'Estamos en la vía del crecimiento orgánico, pero no renunciamos a otro modo de crecimiento si surgen oportunidades', afirmó José María Arias Mosquera.
El banco confía en rentabilizar las nuevas oficinas en 18 o 24 meses y espera un efecto mínimo en la cuenta de resultados de 2003, ya que en 2002 ha conseguido cinco millones de euros de ahorro en costes de transformación que cubren casi la totalidad del gasto previsto en la ampliación de la red este año.
La idea es nutrir las sucursales del personal procedente de sus servicios centrales, con lo que no necesitará nuevas contrataciones. Así, desplazará en torno a un centenar de personas de estos servicios centrales a las oficinas comerciales, en una lógica de reducción del peso relativo de la burocracia y funciones administrativas en favor de la labor comercial. Además, muchas de las oficinas serán adquiridas a otras entidades, lo que reduce el coste respecto al que se derivaría de hacerlas nuevas.
Como han avisado otros bancos y cajas, también el Pastor luchará por ganar cuota de mercado 'a todo el que se pueda', según García Cuéllar.
En todo caso, tanto el consejero delegado como el presidente subrayaron que el Pastor 'ni va a sacrificar márgenes ni va a entrar en la lucha por un puesto en el ranking por tamaño'. 'El proyecto no es crecer por crecer, sino hacerlo de forma equilibrada, dominando el vehículo'. A lo que sí aspiran es a 'estar en el pelotón de cabeza en solvencia, rentabilidad y eficiencia', con un modelo de banca de clientes, 'no de productos'.
Por eso, aunque el objetivo es duplicar el tamaño del banco en tres años, lo harán sin descuidar otras metas como la de conseguir un ROE del 19% (ahora del 14,65%) y una ratio de eficiencia del 45% (ahora en el 59,75%).
Confianza en el futuro
El optimismo que rodea al proyecto hace que los responsables del Pastor vean 2003 'con confianza', aunque reconocen que las incertidumbres económicas obligan a mantener la cautela.
La cuenta de resultados del 2002 refleja crecimientos sólidos en los márgenes ligados a la actividad bancaria tradicional. De hecho, la marcha del negocio y la ventaja fiscal derivada del proceso de exteriorización de pensiones de la plantilla permitieron mitigar los menores ingresos por operaciones financieras y las menores aportaciones de su cartera industrial vía dividendo y el beneficio atribuido al grupo ascendió a 83,7 millones de euros, un 1,5% más que en 2001.
El banco ganó 13 puntos básicos de cuota de mercado a la competencia, tras registrar un aumento del 5,9% en débitos de clientes y del 14,6% en los créditos.