Venezuela establece hoy un tipo de cambio único para afrontar la crisis económica
Los controles de cambio y de precios comenzaron a funcionar hoy en Venezuela como medidas de emergencia implantadas por el Gobierno de Hugo Chávez, para afrontar la grave situación económica que atraviesa el país. La tasa inicial es de 1.596 bolívares por dólar para la compra y 1.600 bolívares para la venta.
La cotización podrá ser ajustada cuando el Gobierno y el Banco Central de Venezuela "lo consideren conveniente mediante convenios especiales", señaló Chávez a primeras horas de la madrugada de hoy, jueves. El acuerdo cambiario suspende de forma indefinida la libre transacción de divisas en Venezuela y obliga a empresas y particulares a vender al emisor los dólares provenientes de las exportaciones.
Chávez dio así potestad a la recién creada Comisión de Administración de Divisas para coordinar, administrar, controlar y establecer requisitos y restricciones relacionadas con el movimiento del dólar en Venezuela. El presidente de Venezuela explicó que el tipo de cambio único se mantendrá mientras la vital industria petrolera nacional regresa a sus niveles de producción, y se recuperen las reservas internacionales de divisas.
Según datos oficiales, las reservas internacionales disminuyeron en enero en unos 1.000 millones de dólares debido a los ataques especulativos, y actualmente rondan los 14.000 millones de dólares. El paro en el que altos gerentes de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) y varios capitanes de su flota mercante se declararon el 4 de diciembre pasado se mantendrá por tiempo indefinido, según sus promotores.
Chávez reiteró además que la producción de petróleo se recupera de forma sostenida y se sitúa ya en 1,8 millones de barriles diarios. Antes de la huelga, PDVSA producía casi 3 millones de barriles diarios, lo que colocaba a Venezuela como el quinto exportador mundial y el cuarto abastecedor más importante de Estados Unidos. El Gobierno venezolano también decretó el control de precios en bienes y servicios declarados "de primera necesidad", como arroz, avena, harina de trigo, carnes, sardinas, atún, leche pasteurizada, de larga duración y quesos, entre otros.