Baró Armengol abre bufete digital
El despacho catalán atiende consultas en su web, crea foros de opinión y asegura que la firma electrónica incentivará la asesoría jurídica en línea
Hacer una consulta jurídica puede ser lo suficientemente personal como para que Internet no sea el canal adecuado. Pero hay quien confía en la Red como un medio complementario para el campo de la abogacía. De hecho, la firma electrónica, el creciente tráfico de documentos y de transacciones en línea hacen de Internet un medio en el que se originan y se resolverán, a corto plazo, conflictos.
Fue tras el verano cuando el bufete catalán Baró Armengol lanzó su web, www.bufete-baro.com. Desde entonces, cada experiencia con la página es una sorpresa para sus abogados. Las consultas, que son gratuitas, son escasas, tres por semana, pero corresponden a clientes seguramente satisfechos por encontrar un nuevo canal de respuesta. Por esta razón, el bufete entiende satisfactoria su apuesta y la ha potenciado habilitando un foro en el que se incluye un apartado de documentación sobre derecho concursal y bancario. Ahora ya no son unas decenas, sino más de 1.000 las visitas que el foro ha recibido en los últimos cuatro meses.
Desde Bufete Baró Armengol se argumenta que la relación entre abogado y cliente es perfectamente trasladable al mundo de Internet. 'La supuesta frialdad del trato se suple con las conversaciones telefónicas con los clientes cuando el caso lo requiere', explica Carlos Gambero, socio gerente del despacho. 'Ademas, en materias como las nuestras, el trabajo del abogado es, la mayoría de las veces, más técnico que personal', agrega.
Para Gambero, 'estar presente en Internet resulta imprescindible porque su uso se incrementa cada día'. Y augura un panorama cercano en el que la firma electrónica -rúbrica de un documento por medios telemáticos que goza de la misma validez que el método tradicional- marcará el camino. 'Algunas instituciones públicas como el Inem o la Seguridad Social han habilitado sistemas para que los contratos de trabajo o las altas y bajas laborales de los trabajadores se puedan presentar por Internet. También Hacienda acepta la declaración de la renta enviada a través de su página web', explica. No cabe duda de que, en breve, los documentos jurídicos se presentarán en los juzgados a través de mecanismos electrónicos, lo que modificará el funcionamiento de los despachos: 'Creo que nuestra actividad en el exterior disminuirá con el tiempo y el trabajo se concentrará en el propio bufete'.
Un medio con futuro
Mientras las nuevas posibilidades cobran cuerpo, lo cierto es que el ciudadano se acerca a estas nuevas herramientas sin prisa, pero también sin pausa. 'Todavía no resulta habitual buscar un abogado a través de la Red. En general, el usuario sigue confiando sus asuntos a aquellos despachos que conoce, le recomiendan o han adquirido notoriedad pública. No obstante, las consultas que hemos recibido, algunas de países como Chile o Argentina y otras del resto de España, demuestran la validez, eficacia y futuro del medio', advierte Gambero.
En el caso concreto de Bufete Baró Armengol, los clientes suelen llegar al portal indagando sobre alguna materia concreta o, directamente, buscando el nombre del despacho. La página se abre con un resumen de la historia del bufete desde su fundación, en 1959, hasta nuestros días y enlaza con el formulario que brinda la posibilidad tanto de realizar consultas orientativas como de solicitar presupuesto en caso de que al usuario le interese encargar su caso al despacho, sin coste ni compromiso alguno.
Después de medio año de experiencia, no todas las preguntas que se formulan tienen el mismo carácter. Puede que a quien realiza la consulta le interese saber, por ejemplo, si es posible cobrar un cheque a una empresa en suspensión de pagos. 'En este caso se trata de una pregunta habitual en nuestra actividad y la respuesta será concreta. Otra cosa muy distinta sería examinar jurídicamente la cuestión en profundidad', argumentan los abogados de Baró Armengol. En definitiva, las respuestas tienen un carácter informativo, constituyen una aproximación al asunto, pero de ningún modo una solución al caso. Este es un extremo que, sobre todo en materias jurídicas, demanda examinar la documentación pertinente. Si la consulta exige un estudio técnico, lo habitual es que el abogado relacionado con la materia contacte telefónicamente con el cliente para orientarle, constatar si realmente le interesa seguir adelante y pactar los honorarios.
En todo caso, la solicitud de presupuesto no genera obligación ni coste alguno para el demandante del servicio tanto si el despacho pretende aceptar el caso como si no. El presupuesto, además, contendrá las necesarias explicaciones sobre el alcance y condiciones de los eventuales trabajos a prestar.
Dada la acogida obtenida por el portal, también se han inaugurado un foro de derecho concursal, bancario e interbancario; un punto de encuentro para que funcionarios y profesionales, prácticos, estudiosos, juristas y también aquellos que no lo sean compartan dudas, inquietudes y opiniones. La sección está coordinada por Sebastián Sastre Papiol, profesor titular de Derecho Bancario en la Facultad de Derecho de Esade y también director de la asesoría jurídica de La Caixa. Silvia Andújar