Helmut Panke, maestro en la gestión de crisis
El año 2002 fue uno de los peores de la historia reciente para la industria alemana del automóvil. La crisis económica, la caída del consumo y el negativo efecto del ascenso del euro para las exportaciones provocaron un descenso de las ventas de turismos en Alemania del 2,9 %, según VDA, siglas en alemán de la principal asociación del sector.
En este negativo escenario, una compañía se desmarcó del resto y logró elevar sus ventas en un 17%, hasta la cifra récord de más de un millón de vehículos. BMW consiguió además crear 3.500 nuevos empleos, más que ninguna otra compañía alemana. El responsable de este éxito es en gran medida Helmut Panke, presidente de BMW, designado empresario del año por parte de la prensa económica del país.
Los lectores de las revistas Euro am Sonntag, Finanzen -del grupo Axel Springer- y los espectadores de la cadena de televisión 3satBoerse eligieron a Panke precisamente por su capacidad 'para sortear la crisis'. Destacaron el papel clave que ha tenido en el exitoso año de BMW el modelo Mini, un automóvil que, según la propia empresa, ha sido fundamental para lograr el aumento de ventas.
Panke, que ocupa la presidencia de BMW desde el pasado mes mayo, afirmó al conocer la designación que los verdaderos merecedores del premio son los 100.000 trabajadores de la marca bávara. El directivo espera mantener la tendencia de creación de empleo del año pasado gracias, principalmente, al lanzamiento de nuevos productos. 'Las empresas generan empleo gracias a productos y servicios; los políticos y las mesas de negociación no generan empleo', afirmó.
Helmut Panke es un hombre de BMW de los pies a la cabeza. Físico de formación, inició su andadura empresarial en la consultora McKinsey, desde la que saltó a la marca automovilística bávara en 1982. Dentro de BMW ha ocupado cargos en todos los sectores, si bien su mayor éxito fue la dirección de la filial estadounidense del grupo entre 1993 y 1996.
A su vuelta a Alemania logró el pase a la junta directiva, donde se ocupó de las áreas de personal y finanzas y se convirtió en una de las personas de confianza del anterior presidente, Joachim Milberg. Según sus propias palabras, el salto al primer puesto de la empresa le pilló por sorpresa. Panke decidió mantener una línea continuista con la gestión de Milberg, que había logrado sacar a la firma de una difícil situación tras la crisis de su ex filial británica Rover. Panke reconoce que adora la empresa y que 'jamás' se pasaría a la competencia.
Y cuenta con orgullo que su primer coche, allá en sus años universitarios, fue precisamente un BMW.