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Para invertir

El interés de las letras, en mínimos históricos

as alternativas de inversión se agotan. Ya no es sólo que la Bolsa acumule tres ejercicios consecutivos de caídas y que en la última semana haya sumado prácticamente una sesión tras otra de descensos ante la incertidumbre que supone un inminente conflicto bélico, sino que la deuda pública, uno de los activos más seguros, está arrojando cada vez rentabilidades menores. Baste como ejemplo la última subasta de letras del Tesoro, celebrada el miércoles, donde el tipo marginal de las letras a 12 meses quedó establecido en el 2,499%, y el de los valores a 18 meses, en el 2,512%, en ambos casos marcando los niveles más bajos desde la creación del mercado de deuda pública en anotaciones en España en 1987. En aquel año, las letras llegaron a subastarse al 15,5%, un interés seis veces superior al actual.

Desde entonces, la evolución de las rentabilidades de estos valores ha sido descendente. No en vano, salvo en algunas subastas de 1995, cuando el interés de las letras repuntó hasta niveles del 10,31%, los rendimientos han ido descendiendo progresivamente. Sin embargo, en la última subasta, la rentabilidad ha estado incluso por debajo del 2,57% de las subastas de letras a 12 meses de mayo de 1999 y del 2,64%, nivel en el que se estableció el tipo marginal de los valores de renta fija a 18 meses también en mayo de 1999.

Con todo, y la vista de la liquidez y la garantía que ofrecen estos activos (las letras se emiten siempre al descuento, se resta al inversor el pago del importe de los intereses en el momento de la compra y se reembolsa el valor nominal en la fecha de amortización y se representan con anotaciones en cuenta), para los expertos conviene tener presente esta opción de inversión mientras el panorama bursátil continúe revuelto. 'Son una opción interesante destinada a ganar tiempo hasta que se clarifique el horizonte bursátil', señala Juan Antonio Cabrera, del Servicio de Estudios de Caja Madrid.

Pese al bajo rendimiento de estos activos, los expertos estiman que constituyen una opción segura mientras se clarifica el horizonte bursátil

Todo pese a que los rendimientos que arrojan los valores de renta fija pública a corto plazo tienen un interés real negativo (las últimas rentabilidades están por debajo de la inflación). 'Siempre será mejor obtener una baja rentabilidad y esperar a que se despejen las incertidumbres, que asumir pérdidas como las cosechadas en Bolsa los tres últimos ejercicios', señala Cabrera.

Teresa Gimeno, de Banif, coincide: 'Es cierto que no se puede hablar de rendimientos atractivos, pero son activos seguros mientras se despejan las dudas de la economía, de ahí que nos inclinemos por activos más a corto plazo, como las letras o los repos'. 'De esta manera, en la medida en que el mercado vaya recuperándose, se podrá trasladar la inversión a otros activos', añade Cabrera.

Las perspectivas, sin embargo, no son muy halagüeñas. La evolución del euribor -referencia de estos activos- no juega a su favor. En los últimos días el tipo interbancario se ha negociado en niveles de 2,66%-2,65% y la tendencia parece ser descendente a juzgar por los niveles de los futuros sobre el euribor que esta semana se situaban en el 2,465%, los que vencen en junio, y en el 2,43% los que vencen en septiembre. Un indicador que no deja lugar a dudas de que la tendencia seguirá siendo a la baja. 'Teniendo en cuenta que la rentabilidad de las letras suele ser de entre 10-15 puntos básicos por debajo del euribor, podemos esperar niveles más bajos', señala Gimeno.

Más, si como barajan los expertos el precio del dinero en la zona euro sufre una nueva rebaja. De la cuantía del descenso (de entre un cuarto y medio punto) podrían depender los rendimientos de estos activos en los próximos meses. 'El mercado, y por extensión el euribor, ya ha descontado el descenso de los tipos de interés, por lo que los rendimientos serán similares a los de la última subasta, como mucho de entre 10 y 20 puntos básicos por debajo de los actuales', estima, sin embargo, Cabrera, para quien las rentabilidades de los próximos meses podrán ser algo más bajas, aunque no mucho más.

Otro aspecto que puede incidir en el rendimiento de las letras es el comportamiento de la deuda a largo y la mayor demanda de estos activos entre los inversores. 'Si las incertidumbres económicas continúan, los inversores seguirán tomando posiciones en activos a más largo plazo como los bonos o las obligaciones, factor que puede provocar que las rentabilidades sigan descendiendo', explica Gimeno.

Para final de año, las previsiones, sin embargo, son algo más positivas. El Servicio de Estudios de Caja Madrid estima que a partir del segundo semestre, la rentabilidad de las letras comenzará a aumentar, aunque sin superar el 3,5% a finales de año. Un nivel que, sin embargo, seguirá estando por debajo de la inflación.

Pese a todo, los expertos no recomiendan tomar posiciones en deuda a largo plazo como los bonos o las obligaciones. 'Los bonos españoles a 10 años ofrecen rentabilidades del entorno del 4% en la última subasta el tipo marginal de estos activos se estableció en el 4,27%, pero, si continúan las incertidumbres podrían descender hasta los mínimos de 1999, cuando se situaron en el 3,6%-3,8%. Estos activos pueden tener un recorrido alcista en el segundo semestre con el riesgo de que si cambian de dirección de forma brusca puedan dejar atrapados a muchos inversores', explica Cabrera.

Nuevas emisiones a tres y seis meses

Un hecho que, sin duda, va a ayudar al desarrollo de este mercado van a ser las nuevas emisiones de letras que prepara el Tesoro, con las que pretende incrementar las opciones de liquidez de los inversores minoritarios.

Entre las novedades que prepara el erario público destacan las emisiones de letras a seis meses (que dejaron de subastarse para particulares hace año y medio) y a tres meses (que desde 1993 habían dejado de subastarse tanto para particulares como para inversores institucionales).

La emisión de estos títulos se iniciará en febrero con la subasta de las letras a seis meses y en marzo se realizará la de tres meses. A partir de este momento, estos valores de renta fija se emitirán en meses alternos. 'Esta mayor oferta ampliará las posibilidades de los inversores que, a través de activos a más corto plazo, podrán esperar que los mercados se recuperen', señala Cabrera.

Además, el riesgo que se asume con estos activos es prácticamente inexistente, ya que están respaldados por el Estado y gozan de uno de los niveles más altos de las agencias de calificación crediticia (Aaa/AA+).

Con la ventaja añadida de que las letras, a diferencia de los pagarés de empresa renta fija corporativa no tienen retención para las personas físicas. Otro factor a tener en cuenta mientras otras alternativas de inversión recuperan su atractivo.

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