Patronal y sindicatos pactan salarios moderados para mantener el empleo
Los responsables de las empresas y los representantes sindicales encargados de negociar los más de 3.000 convenios colectivos que se pactarán este año tendrán todos la misma lista de recomendaciones sobre la mesa a la hora de fijar los salarios y las condiciones de empleo en 2003.
Dicha lista de consejos se extrae del Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva de 2003, que firmaron ayer los presidentes de CEOE, José María Cuevas; de Cepyme, Jesús Bárcenas, y los secretarios generales de CC OO, José María Fidalgo, y de UGT, Cándido Méndez.
La recomendación fundamental de este pacto es la de fijar incrementos salariales moderados, como principal arma para no recurrir a la destrucción de empleo teniendo en cuenta la incertidumbre de la situación económica, cuya recuperación no termina de despegar.
Aunque el texto del acuerdo no indica ninguna banda salarial con cifras concretas, patronal y sindicatos han decidido repetir las recetas que les han dado buenos resultados en el acuerdo, prácticamente idéntico, firmado para 2002.
Estas recetas consisten en fijar los incrementos salariales de los convenios de acuerdo con la previsión de inflación (2%), más las ganancias derivadas del incremento de la productividad (que podría crecer según los casos hasta un 1%, según las previsiones). Esto, en la práctica, sitúa el incremento salarial aconsejado entre el 2% y el 3%. Además, aconsejan que todos los convenios deberán incluir cláusulas de revisión salarial, que mantengan o mejoren el poder adquisitivo de los trabajadores si la inflación a final de año es mayor a la prevista.
En cualquier caso, Fidalgo dejó claro cuál es el tope del incremento salarial. 'Es bueno que crezcan los salarios, pero nunca hasta el punto de que se conviertan en un problema para el empleo'.
Esto es, en las actuales circunstancias de debilidad económica, los salarios deberán crecer moderadamente a cambio de que no se destruya empleo. Y, llegado el caso, empresarios y sindicatos se comprometen a recurrir a la flexibilidad interna de las empresas (reducciones de jornada, movilidad, etc.) antes de acudir a las reducciones de plantilla.
Los máximos responsables sindicales y patronales se comprometieron también ayer -aunque esto no esté en el texto- a no hacer, en palabras de Méndez, 'relecturas' del acuerdo a través de circulares internas a sus organizaciones. En concreto, precisaron que no recomendarán cómo deben ser las cláusulas de garantía salarial, si éstas deben limitarse a mantener el poder adquisitivo (como defiende la patronal) o si deben mejorar dicho poder de compra (como persiguen los sindicatos).
Cuevas, por su parte, destacó que este pacto representa 'el equilibrio de las relaciones laborales en el actual contexto económico' o, lo que es lo mismo, el enorme valor que tiene la paz social en las empresas en una situación delicada de la economía.
Otro de los compromisos en los que coincidieron los firmantes es, a diferencia del pacto del pasado año, 'explotar al máximo' el contenido del acuerdo. Esto supondrá, entre otras cosas, desarrollar en los convenios las recomendaciones sobre igualdad de trato y eliminación de las discriminaciones entre hombres y mujeres y trabajadores fijos y temporales.