Un directivo español en la cúpula de Chanel
Las marcas de lujo son por naturaleza negocio y las que consiguen 'encandilar' irán siempre bien, opina Guillermo Gutiérrez Trecu, responsable para el sureste asiático, Australia y Nueva Zelanda de perfumes y cosmética de Chanel.
La clave del éxito del famoso perfume de la firma está en garantizar la pureza de su composición mayoritaria de jazmín y rosa de mayo, 'porque si todo lo nuevo se vende, solamente se mantiene si es bueno, original'. En un mercado en el que cada año aparecen entre 80 y 100 nuevas fragancias, la calidad es esencial para diferenciarse y destacar sobre el resto. 'Además, la magia tiene que durar', afirma Gutiérrez, nacido en Bilbao hace 42 años y licenciado en Económicas por la Universidad del País Vasco.
Tras años en Asia, Gutiérrez considera un 'desafío impresionante' su designación como vicepresidente en Nueva York del departamento de marketing operativo global de uno de los tres pilares del grupo.
Su nuevo cargo le permitirá desde mediados de este año ver de cerca el mercado más competitivo del mundo y observar tanto el despegue del Este de Europa como el continuo crecimiento en España, donde las ventas de perfumería y cosmética de Chanel crecieron el 20 % en 2002.
'En Asia, gustan las marcas y las novedades. Los productos clásicos son una referencia que tienen clientela propia y ayudan a introducir el universo de la marca. No solamente no hay crisis sino que se registra una fuerte expansión en objetos de lujo, por ejemplo, relojes de más de 20.000 euros. Se venden menos, pero más caros', explica. Y apunta una peculiaridad del mercado asiático: 'La importancia del maquillaje y el cuidado de la piel es mucho mayor que en Europa'.
Ni la crisis financiera ha reducido las ventas en grandes países consumidores como Japón, Taiwan y China, 'ya que por su corta duración no afectó al reducido y pudiente segmento de la población siempre protegido de los vaivenes', afirma.
Gutiérrez, que trabajó en Japón l6 años y medio tras llegar con un programa de la Unión Europea, considera indiscutible el liderazgo nipón en el consumo de marcas, hasta tal punto que ciertos declives se han explicado por incrementos de salidas de ciudadanos japoneses al exterior.
'Hasta el 1995, los turistas japoneses compraban de forma desmesurada, a niveles de locura. En parte, por la diferencia de precios, pero también porque viajar era aun una novedad y les gustaba regresar cargados de regalos. La situación se ha equilibrado al bajar los precios en Japón', considera el ejecutivo vasco.
Corea del Sur, primer país en recuperarse de la crisis financiera, se ha convertido en el país donde más rápido ha crecido el consumo del lujo, seguido de China, aunque se concentre todavía en un porcentaje ínfimo de la población.
Para Gutiérrez, en China 'estamos en fase de escaparate. Los aranceles son todavía muy altos y la gente que se lo puede permitir, viaja y compra en el extranjero, sobre todo en Hong Kong' .
Por otro lado, la competencia asiática aún no amenaza al producto de prestigio occidental, 'pero, surgen marcas en cosmética que, como Shiseido, compiten en los mismos segmentos', advierte.
Tras un año, 2002, en el que las principales marcas de lujo del mundo se han visto afectadas por la crisis económica y la ralentización del turismo mundial, la mayoría de los analistas han previsto una recuperación para 2003.