Lizarran compra el 49% restante de la cadena de zumos y gofres Happy Crack
El grupo de restauración Lizarran se ha convertido en el propietario del 100% de la sociedad Happy Crack Franchising, que engloba los establecimiento de venta de zumos y gofres Happy Crack y de dulces Happy Factory, tras adquirir el 49% restante del capital que aún estaba en manos de su fundador, Josep Pérez Ballabriga, propietario de la compañía Corner Factory. La operación, cuyo importe no ha trascendido, se produjo a finales de 2002.
Lizarran, que había adquirido el 51% de la empresa en septiembre de 2001, ha podido hacerse con el 100% de la compañía, después de que el pasado octubre Ballabriga decidiera desvincularse del proyecto alegando 'desavenencias entre ambas partes'. Ballabriga otorgó entonces una opción de compra de sus participaciones a la compañía Nueva Rumasa ante la que Lizarran ha hecho efectivo su derecho preferente de adquisición.
El director general de Lizarran, âscar Vela, explica que la compañía ha optado finalmente por comprar el resto de la sociedad 'debido al gran potencial de crecimiento de las enseñas'. 'Este año va a producirse la consolidación de las marcas, después del periodo de familiarización que experimentamos durante 2001 y de conocimiento del negocio que llevamos a cabo durante 2002', indica Vela. Según señala el director general del grupo, 'la operación de compra se produjo sin dificultades'.
El potencial de expansión de los establecimientos Happy Crack y Happy Factory radica en 'su facilidad de gestión y en el escaso nivel de inversión que requieren', argumenta el director general de Lizarran.
El grupo tiene previsto inaugurar durante 2003 cinco nuevos establecimientos de la marca Happy Factory, que se sumarán a los tres que ya están operativos.
Por otro lado, la compañía, que cuenta con siete Happy Crack abiertos, inaugurará otros 10 centros en los próximos 12 meses. El desarrollo de ambas marcas se producirá mediante el sistema de franquicias y no a través de la apertura de centros propios. Las ubicaciones óptimas para los nuevos establecimientos son grandes superficies y calles comerciales de las principales capitales. La expansión de las marcas se concentrará por el momento en el mercado español.
La nueva etapa que inicia este año Happy Crack Franchising se materializará en un cambio de imagen de los establecimientos de venta de golosinas, Happy Factory. Al margen de consolidar el desarrollo de las marcas englobadas bajo la sociedad Happy Crack Franchising, el grupo de restauración tiene previsto continuar con su crecimiento en Europa a través de Tabernas Lizarran.
Durante el pasado año, Lizarran, que ya contaba con centros en Portugal, inició su expansión en Austria, Alemania e Italia mediante acuerdos de exclusividad para cada uno de estos países. Las tabernas de tapeo son el negocio básico de la compañía, ya que representan el 85% de sus ventas globales. Otras de las nuevas lineas de negocio que la empresa quiere consolidar durante este año es la de restaurantes de comida biológica Comme Bio Buffet Bar.
Grupo Lizarran, participado por el fondo luxemburgués Pan European Food Fund desde 2001, cerró 2002 con una facturación superior a 45 millones de euros. El grupo prevé crecer un 30% durante el ejercicio 2003.