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Cambio de reglas

Gates cambia las reglas del sector tecnológico

La decisión de Microsoft de pagar dividendo es un paso más en la aniquilación de los principios de la nueva economía que han gobernado la industria en los últimos 15 años y refleja una maduración de la actividad

Aunque se había rumoreado durante algunos días, fue una sorpresa. Casi total. Microsoft anunció hace dos semanas el pago de un dividendo a sus accionistas, por primera vez desde que empezó a cotizar en Bolsa allá por el año 1986. De momento no es una cifra muy grande. La compañía fundada por Bill Gates pagará 0,16 centavos de dólar por título, con un desembolso para las arcas del grupo cercano a 856 millones de dólares (unos 912 millones de euros).

Claro que la firma puede ir a más. Mary Meeker, analista del banco de inversión norteamericano Morgan Stanley, explica en un reciente informe, publicado tras la presentación de sus resultados trimestrales, que Microsoft se ha decidido a pagarlos una vez que se han empezado a aclarar los procedimientos judiciales que tiene abiertos tanto en EE UU como en Europa. Y parece probable que no se vaya a quedar ahí.

Ahora bien, no es una decisión cualquiera del consejo de administración. Para algunos expertos, la decisión de Microsoft es una transformación total de las estrategias. Es, dicen, un paso más en la aniquilación de los principios de la nueva economía que han gobernado en el sector tecnológico en los últimos 15 años. Y apoyan su opinión en el hecho de que Microsoft era, hasta ahora, el único integrante del selectivo índice de Wall Street, Dow Jones Industrials, que no seguía esta política de abono a sus partícipes.

Un informe de SoundView Technology señala que Oracle, Sun, Cisco, Yahoo, Dell, Qualcomm y Veritas pueden seguir los pasos de Microsoft

Hasta ahora, la mayor parte de las empresas de esta industria se negaban a abonar dividendo alguno a sus accionistas con la premisa de que todos los beneficios se deberían reinvertir en el propio crecimiento. Se realimentaban y jugaban con la alternativa de camuflar posibles pérdidas bajo la promesa de futuras evoluciones positivas. 'Es la política que rige en las star-ups', sentencia un observador que, a su vez, recuerda que toda la retribución que recibían los partícipes provenía de la revalorización de las títulos en los mercados financieros asegurada por un crecimiento imparable. Esta estrategia fue también desechada recientemente por Telefónica en España, en un camino de retorno hacia los principios de la vieja economía, al volver a pagar dividendo. Ahora incluso hay quien ha llegado a decir que Microsoft está empezando a llegar a la fase de maduración de su negocio, como sucede en sectores tradicionales como la automoción. Es más, es posible que tenga más excedentes de lo que es capaz de invertir en nuevos proyectos, con lo que su expansión podría estar sufriendo una ralentización. Fuentes cercanas a Microsoft afirman que algunos planes se han frenado y hay proyectos congelados hasta que se clarifique la situación económica actual y recuerdan que, por ejemplo, se ha reducido la plantilla dedicada a la traducción de programas en el área europea o se ha decidido no seguir invirtiendo en la televisión por cable tras las fuertes pérdidas sufridas en las quiebras de operadoras como NTL o UPC. Ahora es el momento de pensar mejor qué se quiere hacer con el dinero.

Aunque, por contra, otros analistas insisten en que Microsoft ni ha dejado de crecer ni lo va a dejar de hacer, y ponen el ejemplo de la

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mejora de sus últimos resultados en áreas como los servidores o las consolas de videojuegos donde ha llegado a retar a Sony. La compañía prevé igualmente contratar a cerca de 1.500 personas para reforzar sus canales de ventas.

En este sentido, Arjan Sundardas, consultor de estrategia de Arthur D. Little, afirma que las empresas tecnológicas que tienen previsto empezar a pagar dividendo pretenden demostrar que la evolución de sus resultados es positiva, es decir, que ganan dinero. Y todo frente a las sociedades que pasan por un momento malo y no pueden llevar a cabo esta retribución a sus partícipes porque su tesorería está vacía.

Este último caso no es extensivo a Microsoft. La firma tiene un cash flow superior a 44.000 millones de euros. Una cifra que supone un 60% del total de la tesorería de las 77 empresas tecnológicas que forman parte del Standard & Poor's 500 y un 24% del cash flow junto a inversiones a corto plazo, materializables en liquidez, de este mismo grupo de compañías.

Un dinero sólo amenazado por los procesos judiciales abiertos, que podrían obligar a Microsoft a desembolsar cerca de 2.000 millones de euros (ya pagó más de 1.000 millones a 27 querellantes del Estado de California tras llegar a un acuerdo extrajudicial), pero que, sin duda, podría ser compensado por el crecimiento de las ventas. Así, por ejemplo, un reciente informe de Merrill Lynch indica que los ingresos de la compañía de Bill Gates crecerán un 13% durante 2003.

La apuesta de Microsoft podría extenderse a más empresas del sector. Un informe de la casa de Bolsa SoundView Technology señala a un grupo de compañías: Oracle, Sun, Cisco, Yahoo, Dell, Qualcomm, Mercury Interactive, Veritas y KLA-Tencor. Según el autor de este estudio, Arnie Berman, estas compañías sí dispondrían de liquidez suficiente para afrontar esta retribución. Al mismo tiempo, añade que si firmas como EMC, Tellabs, PeopleSoft, Siebel y Apple (que abonó dividendo a sus accionistas hasta 1995) son capaces de mejorar su capacidad para generar tesorería, 'también serían candidatas para declarar dividendo en algún momento'.

Pero, ¿van a seguir la estela de Microsoft? Es muy posible que sí. Sin ir más lejos, Larry Ellison, presidente de Oracle y considerado en EE UU como uno de los rivales más directos de Bill Gates, dijo esta semana en una conferencia con analistas e inversores que el consejo de administración ya ha considerado la opción de pagar un dividendo. Desde luego, sería también un cambio brutal, porque, hasta el momento, Oracle, que tiene en su tesorería más de 5.500 millones de dólares, no ha pagado dividendo alguno en toda su historia.

Cisco Systems, cuya actual tesorería también se eleva por encima de los 21.200 millones de dólares, también contempla esta alternativa, si bien, según sus portavoces, hasta ahora han preferido la opción de la recompra de títulos en el mercado como manera de retribuir a los accionistas. De hecho, la empresa elevó su plan de recompra de acciones desde 5.000 a 8.000 millones de dólares en agosto del año 2002.

Dell, Ebay, Yahoo..., todas han comenzado a meditar sobre el pago de dividendo. Los ejecutivos de la mayoría de estas firmas, incluido Ellison, han dicho que el cambio en el modelo de retribución al accionista vendrá si se ejecuta el plan del presidente de EE UU, George W. Bush, de eliminar el impuesto federal al que se someten los inversores norteamericanos que perciben dividendos de sociedades anónimas. El Congreso estadounidense tendrá la última palabra.

Si el proyecto fiscal sale adelante, otras empresas tecnológicas como HP o Intel, que empezaron a pagar dividendo en 1962 y 1992, respectivamente, podrían elevar la retribución. El problema puede venir para compañías en difícil situación y que traten de seguir a Microsoft. A muy pocos observadores se les escapa que la firma del Windows ha lanzado su desafío a muchos de sus competidores en un momento en que el sector tecnológico sigue en una crisis que comenzó hace tres años y que empieza a parecer crónica. Según Jaime García Cantero, responsable de investigación de la consultora IDC en España, es 'probable que muchas empresas no estén en condiciones de poder afrontar este desembolso'. Y el deterioro de la situación está ahí. 'El gasto en tecnologías de la información de muchas empresas va a seguir congelado durante 2003', afirma un analista. Otro ejemplo: Gartner Dataquest señaló recientemente en un informe que la venta de ordenadores sigue en su punto más bajo de los últimos ejercicios.

Esta crítica situación se ha traducido en fuertes pérdidas para muchas empresas. Sun Microsystems, uno de los rivales directos de Bill Gates, presentó unos números rojos en su último trimestre fiscal de 2.280 millones de dólares, los mayores de su historia. Algunos analistas han advertido de la dificultad que la compañía que preside Scott McNealy tendría para pagar dividendo. Una opción que declinó comentar su portavoz la pasada semana. No sería la única. Sin ir más lejos, Siebel volvió a presentar pérdidas en el último trimestre e incluso le ha costado el puesto a su presidente Paul Wahl.

Y es posible que la presión de Microsoft no haya hecho más que empezar, sobre todo si a la carrera de atraer nuevos inversores se refiere. El citado banco Merrill Lynch afirma que la corporación podría atraer a muchos más inversores minoristas 'y abre la puerta a la entrada en su capital de grandes fondos de inversión que incluyen en sus carteras acciones de empresas que pagan dividendo'. Esta posibilidad de atraer más accionistas se traduciría en más compras de títulos en la Bolsa. Microsoft parece haber contemplado esta opción porque, al mismo tiempo, su consejo de administración dio el visto bueno a un split 'dos por uno' de sus títulos, que se materializará a finales de febrero, pocos días antes del pago del dividendo. Es decir, elevará su liquidez.

Desde luego, no es descartable que Microsoft, con esta estrategia trate de robar posibles inversores a rivales de reciente creación como las firmas de Linux, el sistema operativo del pingüino que ya ha empezado a desafiar a Windows. Pero todavía hay dudas sobre el efecto del dividendo y algunos observadores advierten que, en el caso de algunas compañías, su pago podría traducirse en un recorte de la inversión. Según ellos, Microsoft tiene capacidad para mantener sus partidas dedicadas a I+D, pero no es el caso de otros rivales envueltos en fuertes pérdidas. 'En el sector tecnológico es necesario invertir para lanzar nuevos productos' y sentencian que, de no ser así, puede ser el fin de una compañía. Bill Gates ha vuelto a innovar en el sector tecnológico. Su Windows ha arrastrado a casi todos los habitantes de Silicon Valley. Ahora quizá tengan que aplicar la misma política que el fundador de Microsoft. Incluso sus más acérrimos enemigos.

Los agraciados con la 'lotería' del dividendo

Parece claro. Microsoft está en disposición de elevar su dividendo cuando lo desee. El pago inicial ya aprobado es de 16 centavos de dólar por acción. Para Arnie Berman, analista de SoundView Technology, es una cifra todavía muy baja en relación a su músculo financiero. En su informe señala que, frente a estos 16 centavos, Microsoft tiene un cash flow por acción superior a ocho dólares. Es más, insiste en que durante los últimos 12 meses, la empresa de Bill Gates ha generado una tesorería de 3,32 dólares por título. Con estos parámetros, Microsoft sólo va a ofrecer a sus accionistas una rentabilidad por dividendo del 0,29%, cuando la media de las empresas integrantes del Standard & Poor's 500 que pagan dividendos supera el 1,71%. Parece claro que tiene mucho margen para elevar esta retribución siempre y cuando lo desee, incluso en años de crisis para el sector tecnológico como los actuales. En estos momentos, las previsiones de los bancos de inversión señalan que Microsoft podría alcanzar un cash flow superior 2.800 millones en el trimestre en curso. Sin duda, entre los agraciados por esta lotería del dividendo están su presidente, Steven Ballmer, y el propio Bill Gates. Este último se embolsará cerca de 100 millones de euros gracias a su participación en el capital de Microsoft, que ronda el 11%, mientras que Ballmer podría ganar en torno a 40 millones. Una cifra similar a la del otro cofundador de la empresa, Paul Allen, cuyos ingresos por este concepto podrían contribuir a minimizar las gravísimas pérdidas de su empresa de televisión por cable, Charter Communications, al borde del default de deuda, tal y como explicó la agencia Moody's la pasada semana. Sin embargo, no serían los únicos. Si Oracle decide pagar dividendo, el primer beneficiado será el presidente y consejero delegado, Larry Ellison, que posee un 23% del capital. Y lo mismo pasaría con Jerry Yang y David Filo en Yahoo, con Michael Dell en Dell Computer..., al fin y al cabo parece una ventaja por haber sido los fundadores. Y ahora que las Bolsas caminan por la penuria y las acciones apenas se revalorizan, permanecen muy lejos de las cotas alcanzadas durante la llamada burbuja tecnológica, puede que lo mejor sea asegurarse unos retornos fijos.

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