La pelea por Metrovacesa
Las constructoras y las inmobiliarias se han convertido en prácticamente los únicos animadores del deprimido mercado de valores español. Ayer, en un movimiento que dejó perplejo al sector, le tocó el turno a Metrovacesa, empresa sobre la que se anunció una opa hostil que afecta al 75% de su capital. La sorpresa no estriba en el interés por la antigua inmobiliaria del BBVA, sino por la identidad del promotor de la opa hostil: el grupo italiano Caltagirone. Este inversor es un gran desconocido en España, a pesar de controlar la quinta constructora italiana.
La historia reciente de Metrovacesa es muy agitada. El pasado mes de junio, su máximo accionista, el BBVA, vendió casi toda su participación, un 23,9%, a Bami a 33,6 euros por acción, con una prima del 59%. Fue la entrada de Bami en la aristocracia del sector inmobiliario español. A partir de entonces, y mientras se trata de llevar a cabo una fusión entre Bami y Metrovacesa, no le han parado de llover dificultades.
En primer lugar, al Gobierno no le gustó en absoluto que Bami exprimiera hasta las últimas posibilidades la legislación sobre opas para hacerse con el control de Metrovacesa, contando y premiando únicamente al accionista de control, el BBVA. De hecho, ésta es una de las operaciones -junto a la compra de Dragados por parte de ACS y a la entrada de Sacyr en Vallehermoso- que ha desatado la reforma de la legislación de opas que estos días ultima el Ejecutivo. El segundo tropezón fue el intento de asalto de Colonial, el grupo inmobiliario de La Caixa.
Y el tercero ha sido la opa hostil que se anunció ayer. El precio ofrecido es de 25 euros por acción, con una prima del 19,6%. Ello supone que, en el caso de que prospere la opa de los italianos, éstos se harán con el triple del capital de Metrovacesa que Bami, aunque sólo hayan invertido el doble. La Bolsa suele jugar estas malas pasadas.
El juego, según los indicios, puede tener continuación. La espectacular revalorización de Metrovacesa y las operaciones realizadas fuera de mercado hacen presagiar novedades en breve. Los analistas apuestan o por una contraopa, tal vez protagonizada por Inmobiliaria Colonial que ayer mantuvo un discreto silencio, o por una mejora en la propia oferta de los italianos. Este movimiento se produce, además, a la sombra del boom inmobiliario.