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Resultados

Caja Madrid gana un 2,2% más tras crear un fondo extra de 41 millones

Caja Madrid ha optado por la prudencia en la presentación de resultados de 2002 y se ha alineado con la visión de los más pesimistas para 2003.

La caja madrileña ha realizado una dotación extraordinaria de 41 millones de euros, no exigida por la normativa, para aumentar la fortaleza patrimonial del grupo ante el temor de que el panorama empeore. Sigue así las recomendaciones del Banco de España.

Dicha dotación ha impedido presentar un beneficio mayor. æpermil;ste se queda en 497,1 millones de euros, con un crecimiento del 2,2%, muy alejado de la previsión inicial del 10%. Sin esta cautela, hubiera ganado 528,9 millones, un 8,8% más.

Pero la cuenta de resultados de 2002 tiene otras influencias negativas. La principal está ligada a la pésima evolución de la Bolsa, que ha provocado que ingrese 37,5 millones de euros menos por operaciones financieras, que presentan una caída del 25,9%. La mayor parte (27,4 millones) corresponde a menores plusvalías procedentes de la venta del 3% de Telefónica, una circunstancia que afectará todavía más a la cuenta de 2003, cuando ya no quedan plusvalías que contabilizar por esta operación.

El mal comportamiento de los mercados determinó también una caída de las comisiones de servicios de valores y fondos de inversión del 9,4%, aunque la rúbrica general subió un 4,5%.

La evolución de los gastos de explotación, que crecieron un 9,5%, tampoco ayudó a mejorar los resultados. En este capítulo pesó la integración de Banco Mapfre, el crecimiento de las dotaciones para el Fondo de Garantía de Depósitos y las inversiones en tecnología (más de 1.000 millones de euros en los últimos cuatro años). Todo ello marcó un exiguo crecimiento del margen de explotación (0,2%).

La lectura más positiva en 2002 se refiere a la aportación de las sociedades participadas que consolidan por puesta en equivalencia. æpermil;stas generaron ingresos por importe de 186,2 millones, sobre todo gracias al holding Mapfre Caja Madrid (66,6 millones, un 45% más), Realia (29 millones, un 78,5% más) e Iberia (15 millones, un 283% más).

El negocio típico bancario permitió sostener los crecimientos de los márgenes y seguir ganando cuota de mercado, pero en comparación con otras entidades, el aumento del negocio resultó más bien modesto.

Los créditos crecieron un 8,3%, gracias sobre todo a la financiación de vivienda; y los recursos de clientes, un 6,7%. Eso permitió ganar 0,03 puntos en cuota de créditos y 0,08 puntos en pasivo, con lo que ya tiene, respectivamente, el 6,55% y el 6,64% del mercado total.

Lo peor es que a juicio de Miguel Blesa las tasas de crecimiento del negocio serán difíciles de mantener en 2003. 'No es un año para alegrías. En una situación de incertidumbre no es lógico lanzarse a vender mucha mercancía'.

Ni siquiera se mostró seguro de que se mantenga el mismo tirón del crédito para financiación de vivienda, pendiente de la evolución del empleo y de si la evolución de los mercados y los tipos sigue llevando ahorro al mercado hipotecario, el principal impulsor del negocio en 2002.

Reconoció, además, el temor a un repunte de la morosidad. Y es que a pesar de que la tasa en el sector está en mínimos históricos y en su entidad por debajo incluso del sector (0,79%), Blesa advirtió de que cuando los morosos llegan 'son como los indios en el desfiladero. Atacan todos al mismo tiempo'.

Más control del gasto

Lo cierto es que el presidente de la caja se mostró muy pesimista sobre las perspectivas 'nada halagüeñas' para este año, en el que 'habrá que hacer esfuerzos adicionales en el control de gastos' para compensar la pérdida prevista de ingresos.

La medida más visible será la de no ampliar la red de oficinas. El año pasado ya se ralentizó el crecimiento de la red, que llega a 1.909 sucursales, sólo 34 más que en 2001.

Como ha hecho en otras ocasiones, Blesa consideró muy positiva la regulación de las cuotas participativas, aunque dio a entender que difícilmente las utilice este año. 'Habrá que meditar con mucho cuidado para qué se emiten, porque son un recurso caro para la caja'.

Al referirse a la cartera industrial, Blesa aseguró que 'no hay intención de vender nada' y avanzó su intención de crecer en el sector inmobiliario y seguros, aunque 'no hay planificada ninguna inversión en concreto'.

El presidente de la caja madrileña se mostró satisfecho con el ejemplo dado por la comunidad autónoma de Madrid en la adaptación a la Ley Financiera y se felicitó de que se dé entrada a un nuevo sector representativo de la sociedad civil.

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