El PP se queda solo en su negativa a que Aznar explique su posición sobre Irak
El PP ni siquiera logró ayer los votos de CiU y Coalición Canaria, sus socios tradicionales, para arropar su negativa a que José María Aznar explique en el Congreso la posición del Gobierno español sobre el conflicto con Irak. El pretexto empleado ayer por el diputado del PP Gustavo de Arístegui para oponerse a la petición unánime de la oposición descansa en un valor temporal: el Gobierno considera prematuro dar explicaciones al Congreso cuando aún no se han agotado las vías diplomáticas para evitar la guerra y está por decidirse si se prorroga el trabajo de los inspectores de la ONU en Irak.
Ningún grupo de la oposición consideró válido este razonamiento. La sospecha expresada por el PSOE, IU, el PNV y el Grupo Mixto apunta a un supuesto compromiso del Ejecutivo español con la Administración estadounidense para prestar un apoyo incondicional en caso de guerra, algo que Arístegui desmintió. 'El Gobierno no ha comprometido ni la participación de las Fuerzas Armadas ni el respaldo incondicional a EE UU', advirtió el diputado.
El portavoz de Exteriores del PSOE, Manuel Marín, recordó durante el debate celebrado en la Diputación Permanente del Congreso que los primeros ministros europeos, salvo los de Irlanda, Austria, Suecia y Finlandia, que disfrutan del estatuto de neutralidad, han explicado ya sus posiciones ante el conflicto iraquí en sus respectivos parlamentos. Si Aznar no lo ha hecho todavía en el español, se debe, a juicio del diputado socialista, a que tiene a la mayoría de la opinión pública en contra de una guerra contra Irak.
Marín subrayó también que España siempre se ha opuesto a respaldar conflictos bélicos unilaterales y citó como ejemplo las actitudes de los Gobiernos de Felipe González cuando el ex presidente George Bush, padre del actual mandatario estadounidense, pidió apoyo para bombardear Libia e invadir Panamá en la etapa del general Noriega.
La guerra del Golfo
El portavoz socialista apuntó también las diferencias entre el conflicto que puede iniciarse ahora en Irak y la guerra del Golfo, esta última utilizada como argumento por el PP para defender la lealtad que la oposición debe profesar hacia el Ejecutivo en el campo de la política exterior. El principal contraste proviene, a juicio de Marín, de la actitud unánime que mantuvo entonces la Unión Europea, frente a la división que hay ahora en su seno con respecto a los planes de Estados Unidos en Irak. En este contexto, el portavoz del PSOE emplazó al Gobierno a trabajar con la actual presidencia griega en la búsqueda de una actitud conjunta en la UE. Ayer mismo, los ministros de Exteriores de Francia y Bélgica, Dominique de Villepin y Louis Michel, insistieron en su rechazo a una intervención unilateral de EE UU, informa Reuters.
Hubo grupos, como IU y el Grupo Mixto, que mostraron actitudes todavía más críticas que las del PSOE hacia el Gobierno. El diputado de IC Joan Saura criticó a Aznar por 'estafar' al Parlamento. Felipe Alcaraz (IU) acusó al PP de guardar silencio 'ante la globalización de la licencia para matar'.