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Los expertos piden mayor oferta de grandes superficies y rigor fiscal

La dificultad de encontrar medidas eficaces contra la inflación ha quedado patente en los últimos años. El plan liberalizador aprobado en junio del año 2000 por el Gobierno no ha conseguido controlar la subida descontrolada de los precios, en parte porque algunas de las causas que lo generan, como el encarecimiento del petróleo, quedan al margen de la actuación del Ejecutivo, y en parte porque el Gobierno no ha sabido atajar a tiempo efectos como el 'redondeo al alza', con la llegada del euro a los bolsillos de los consumidores.

Los expertos de diez servicios de estudios consultados por este diario (entre agentes sociales, entidades financieras e institutos de análisis) proponen medidas continuistas a las aplicadas en 2000.

Contra la escalada de precios del petróleo tan sólo cabe una actuación a medio plazo, aplicando medidas de diversificación energética para reducir la dependencia del crudo, en un país en el que el grado de autoabastecimiento de petróleo y del gas natural apenas alcanza el 0,5% y el 2,8%, respectivamente. Queda pues, seguir trabajando en potenciar el uso de electricidad y energías alternativas. A corto plazo, las opiniones se centran en el mantenimiento del rigor presupuestario, la moderación salarial y actuaciones en sectores clave como la distribución comercial.

Por rigor presupuestario se entiende control exhaustivo del gasto público, según apunta Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), en un ejercicio que se vislumbra complicado, dada la proliferación de gastos extraordinarios como los derivados de la catástrofe provocada por el petrolero Prestige.

Impuestos

Es importante que no se produzca ningún nuevo aumento de impuestos, especialmente los indirectos, que inciden directamente en el IPC. El Gobierno ha echado una mano en los Presupuestos Generales del Estado de 2003 con la congelación para este año de los impuestos especiales, aunque ha autorizado la subida y la creación de un número de tasas en varios sectores (navegación y transporte, sobre todo). Queda pendiente la progresiva adaptación a los baremos europeos de tributos como el alcohol y el tabaco y algunos hidrocarburos.

La moderación salarial es básica también para mantener controlada la inflación. Aparte de la negociación entre patronal y sindicatos que se está ultimando en los últimos días, los expertos aconsejan ir acondicionando la evolución de los salarios al IPC europeo (no el español) y siempre teniendo en cuenta la evolución de la productividad en cada empresa.

Con relación al comercio, las propuestas pasan por una mayor implantación de grandes superficies comerciales. Fuentes del sector avisan que están pendientes 61 nuevas licencias, que 'están paralizadas' en los despachos de los Ejecutivos autónomos, que poseen el derecho a veto en esta materia, recelosos de que este tipo de propuestas incida en el pequeño comercio. Sería deseable también el agrupamiento de las más de 800 normas existentes en todo el país en materia de comercio, en línea con lo que prevé ofrecer el Gobierno a las comunidades autónomas.

Otras propuestas van desde la apertura de nuevas gasolineras a la armonización de ofertas por parte de las agencias de viajes, para facilitar la competencia en los respectivos mercados. Con todo, servicios de estudios como el del BBVA prevén que este año el alza del IPC se frene hasta el entorno del 3,2%, gracias a la ausencia de factores inflacionistas que incidieron en 2002, como la entrada del euro o la subida de impuestos indirectos para financiar a las autonomías.

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