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Energía

El último impulso de las empresas petroleras

Los analistas opinan que el alza del precio del crudo, a raíz de la inestabilidad en Venezuela e Irak, será puntual y remitirá a partir de junio

El barril de petróleo brent alcanzó el jueves los 31,66 dólares en el que es el mayor precio de los dos últimos años. Determinante ha sido para ello la creciente tensión geopolítica entre Estados Unidos e Irak, así como la huelga general en Venezuela -que dura ya más de mes y medio- que está afectando de lleno a la compañía petrolera estatal, Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Ambas situaciones han disparado el precio del crudo -que ayer cedí algo de terreno-. En el caso de Venezuela, porque el quinto productor mundial de petróleo se ha visto obligado a reducir su producción diaria de 2,9 millones de barriles en noviembre a los cerca de 600.000 actuales. La más que probable guerra de EE UU contra Irak, por su parte, puede afectar también a la producción mundial de esta materia prima.

En este contexto, las compañías petroleras, principalmente las extractoras, tienen un punto a su favor, pues más se benefician cuanto más sube el precio del crudo. El problema, según los analistas, es que los niveles actuales del precio del barril no son sostenibles a largo plazo y, afirman, descenderán una vez remitan los conflictos.

El pasado fin de semana, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) optó por aumentar la producción de crudo con la intención de paliar la escalada de precio del barril. Las consecuencias sobre el brent, sin embargo, han sido mínimas. 'Pocas veces antes ha sido tan arriesgado predecir el precio de una materia prima', apuntan los analistas de UBS Warburg. 'La llegada de dos crisis Venezuela e Irak y su impacto sobre los mercados del crudo son esencialmente impredecibles'.

Sin embargo, son muchos los analistas que opinan que la subida actual del petróleo es puntual y está determinada por los conflictos en Venezuela e Irak. De ahí que predicen una vuelta atrás que podría tener lugar a comienzos del segundo semestre de 2003. 'Dejando a un lado el incierto desenlace del actual riesgo geopolítico, creemos que las fuerzas de la oferta y la demanda deberían aproximar el precio del crudo hacia niveles de 19-20 dólares por barril, su nivel medio histórico', señalan los analistas de Renta 4 en su informe de perspectivas para 2003. Los expertos apoyan esta tesis en tres condiciones: la desaparición de la prima de guerra, estimada entre dos y ocho dólares por barril; el fin de la huelga de Venezuela, con normalización de sus exportaciones de crudo, y la debilidad de la demanda de petróleo para 2003, 'ante un crecimiento económico bastante más moderado al menos durante la primera mitad del año'.

El final del refugio

Las compañías petroleras se han convertido en los últimos años en un sector refugio para muchos inversores, que huyeron de las empresas de crecimiento a medida que sucumbían los mercados bursátiles. El de energía fue el segundo mejor sector bursátil de 2002 en Europa, sólo por detrás de alimentación y bebida. El refugio, sin embargo, puede dejar de serlo. 'Los ingresos están llamados a descender con fuerza, pero esta predicción se basa en la caída del precio del petróleo para final de año', señalan en JP Morgan. 'Si el precio del crudo se mantiene o sube (debido a recortes en la oferta) hay una posibilidad de que suban esos ingresos'.

Los analistas, en términos generales, fijan dos momentos para el sector a lo largo de este año. Uno, el primer semestre, marcado por las tensiones en Irak y Venezuela, lo que favorecería a compañías con divisiones extractoras potentes; y un segundo momento, desde junio hasta final de año, cuando previsiblemente se habrán solucionado los conflictos y la caída del precio del crudo favorecerá a las petroleras con mayor fortaleza en la división de refino. 'En este entorno, los valores más sensibles al precio del petróleo y menos sensibles a los acontecimientos políticos pueden perfectamente ganar por encima del sector', explican en UBS Warburg. 'Esto incluiría compañías como BP, Statoil, Repsol YPF y los valores más pequeños de Canadá y EE UU. Sin embargo, dadas nuestras perspectivas de una desaceleración gradual en los próximos 12 meses, continuamos favoreciendo aquellos valores más defensivos o aquellos que se encuentren más baratos'.

De opinión parecida son los analistas de Renta 4: 'Recomendamos infraponderar el sector, a pesar de las revalorizaciones puntuales como consecuencia de un incremento de la tensión geopolítica, que creemos no obstante que sería en todo caso oportunidad de venta de valores petroleros, puesto que, en nuestro escenario base, el precio del crudo no repuntará de forma sostenida al constatarse que el conflicto pueda ser controlado en tiempo y espacio'.

Repsol, más pendiente de Argentina

Al margen de las incertidumbres bélicas y sociales en Irak y Venezuela, Repsol YPF está sufriendo su propio vía crucis, derivado de la crisis argentina y su elevado endeudamiento.Tras la compra de la petrolera argentina YPF en 1999, el 50% del flujo de caja de Repsol se genera en América Latina, con lo que la evolución de la compañía es especialmente sensible a los avatares político-económicos de la zona. 'Creemos que ha hecho una buena gestión de las variables controlables durante la crisis (reducción de costes operativos y de inversiones)', explican en Renta 4. 'Sin embargo, consideramos que la previsible tendencia del precio del crudo a la baja, la aún elevada incertidumbre regulatoria en Argentina (elecciones a finales de abril de 2003) y el hecho de seguir siendo la petrolera europea con mayor apalancamiento (...) supondrán un lastre para la cotización de Repsol a corto plazo'. Los analistas de esta firma no obvian la drástica reducción de deuda, pero recuerdan que la calificación de la misma (BBB) es menor que la de sus competidoras. Repsol tiene una perspectiva negativa para las tres agencias de calificación crediticia (Standard and Poor's, Moody's y Fitch), frente a una perspectiva estable de empresas como BP, Eni o Totalfina. No obstante, la petrolera española, con un alza bursátil del 6,51% en lo que va de año, ocupa en estos momentos el primer puesto en el sector energético europeo. Esto es debido a que va poco a poco recuperando posiciones, despues de que la crisis argentina lastrara el valor a lo largo de todo el año pasado. 'Mantenemos nuestra recomendación neutral en Repsol a pesar del descuento con que cotiza el valor en relación con el sector, debido a la incertidumbre que genera la situación que atraviesa Argentina (las elecciones en abril incrementarán las incertidumbres concernientes a la regulación del sector del país) y la preocupación sobre el efecto que tendrá el recorte de las inversiones de negocio' señalan en Espirito Santo. Las casas de análisis sitúan el precio objetivo del valor en torno a los 13 euros.

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