La amenaza de guerra contra Irak agrava el deterioro económico de EE UU
La economía estadounidense vuelve a dar más signos de debilidad que de recuperación. Los buenos datos son normalmente los más volátiles y los malos empiezan a ser más numerosos. Ayer se dieron a conocer tres de ellos y todos negativos.
El primero, el índice de confianza de los consumidores elaborado por la Universidad de Michigan es acaso el más preocupante de todos. Y es que según este estudio correspondiente al mes de enero, en vez de reforzarse el sentimiento de los consumidores con respecto a la economía, que era lo que los analistas esperaban, éste se ha erosionado. El índice pasa de los 86,7 puntos de diciembre a los 83,7 en los primeros días del año. La caída, después de dos meses de subida, explica cómo las ventas de Navidad, salvo en el mercado de los automóviles, han sido las peores en 30 años. La caída se produce tras un mes en el que se destruyeron 101.000 empleos y mientras las empresas siguen acudiendo a importantes reducciones de plantilla.
Por otro lado, esta erosión de la confianza llega cuando el presidente George Bush ha presentado un plan de reducción de impuestos, centrado en las rentas más altas. Sin saber en qué resultará la rebaja de impuestos, con el fantasma de la guerra perfilándose en el horizonte, y una mayor subida de los precios del petróleo, los consumidores muestran cada vez más cautela.
Pero otros datos conocidos ayer añaden inquietud. La producción industrial cayó en diciembre, también inesperadamente, un 0,2%, según datos de la Reserva Federal. Automáticamente ha descendido la ratio de capacidad de producción. Las plantas del país operan actualmente a una media del 75,4% cuando hace un mes estaban al 75,6%. En todo el año, la producción industrial ha caído un 0,6%. No es un dato tan malo como el de 2001 (-3,5%) pero supone el segundo año consecutivo en cifras negativas, algo que pertenece al pasado de la última crisis del petróleo en los años setenta.
La ronda se completó con el dato dado a conocer por el Departamento de Comercio, que muestra cómo en noviembre el déficit comercial se disparaba un 13,9% para alcanzar el récord de 40.100 millones de dólares. Las importaciones han crecido un 4,9% y pese a la debilidad del dólar las exportaciones han crecido marginalmente. Según los analistas se espera que la caída del dólar tenga efectos claramente benéficos en los próximos meses. Con todo, en los primeros 11 meses del año el déficit es de 390.500 millones de dólares, de lejos el mayor de la historia. De forma paralela, la situación internacional se agrava y preocupa seriamente a los economistas.
Advertencia a Irak
El secretario de Estado, Colin Powell, aseguró ayer que para finales de enero se habrá probado que Irak no está cooperando con los inspectores de armas de la ONU.
'Creemos que a finales de mes estará convincentemente probado que Irak no está cooperando', dijo Powell en declaraciones que hoy publica el diario alemán Suddeutsche Zeitung. El secretario de Estado advirtió que su país actuará militarmente contra Irak sin esperar una segunda resolución de la ONU, 'si tenemos la firme opinión de que Irak todavía posee armas de exterminio o quiere producirlas'.
Por su parte, Turquía, un país clave geográficamente en caso de guerra, manifestó ayer que 'no queremos que comience una operación' militar, según el portavoz presidencial, Tacan Ildem. Sin embargo, la OTAN se mostró dispuesta a ayudar a la ONU a aplicar sus resoluciones sobre Irak, una clara muestra de apoyo a la postura de EE UU. Bagdad insiste en presionar a Rusia y a los países árabes para frenar una guerra, en tanto Washington no usará, por ahora, la reserva estratégica de crudo creada en 1975.