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Fondos

No hay cuarto malo

Juan Ignacio Crespo

Ha comenzado el año 2003 con un tono positivo en las Bolsas occidentales y también con la esperanza de que '¡no haya cuarto malo!'. Efectivamente, después de tres años de pérdidas en la renta variable, la experiencia de otras crisis bursátiles permite confiar en que al cuarto año la situación mejore y 2003 termine con una clara revalorización de los índices.

Naturalmente, no hay ninguna base seria sobre la que asentar tal expectativa. Sin embargo, sí que resulta difícil observar más de tres años consecutivos en los que se hayan producido pérdidas en Bolsa. Ni siquiera remitiéndonos a los casos más extremos de los últimos 105 años (la edad que cumplió en 2002 el índice Dow Jones), que son el crac de 1929 y los 13 años de mercado bajista que se han producido en la Bolsa de Japón entre 1990 y 1993. En el primero de los casos, el Dow Jones tardó dos años y nueve meses en alcanzar su mínimo, iniciando después un lentísimo y accidentado proceso de recuperación. En Japón, si bien la fase bajista dura ya 13 años, no contiene ningún periodo de más de tres años consecutivos para el que en todos y cada uno de los años se produjeran caídas.

Todo esto no quiere decir, en absoluto, que la actual crisis bursátil tenga una gravedad comparable a la de 1929 o a la de Japón, pues, aunque el futuro puede deparar cualquier sorpresa, no se han dado todavía en EE UU ni las impresionantes caídas de la producción que caracterizaron a la Gran Depresión ni se ha estancado económica, financiera o políticamente Norteamérica como lo ha hecho Japón en la década de los noventa.

Pues bien, con o sin revalorización del Ibex 35 en 2003, lo que sí parece seguro es que va a continuar la inestabilidad. Tras las grandes crisis de Bolsa, los periodos necesarios para recuperar la estabilidad se revelan desproporcionadamente largos. De ahí que sea conveniente, para quien quiera mantener parte de su cartera de fondos de inversión en renta variable y no sea un inversor muy arriesgado, observar qué fondos preservan mejor el capital inicial. El comportamiento hasta diciembre de los fondos que fueron calificados como Líderes Lipper en Preservación de Capital en marzo de 2002 (fecha de su primera elaboración) ha superado con creces a los demás de sus respectivas categorías. Por ejemplo, los líderes de renta variable española superan en promedio en más de un 4% de rentabilidad a los no líderes, y su volatilidad es menor en 1,6 puntos. Para la categoría de renta variable euro los líderes superan en 9,4% a los no líderes y su volatilidad es 1,4 puntos menor.

Nota. El sistema de puntuación Lipper Leaders no es una recomendación de compra. Sólo trata de ser una ayuda para los inversores a la hora de realizar su proceso de selección de fondos. El sistema se basa en la información recogida sobre cada fondo durante los tres años anteriores y resume con un par de puntuaciones la trayectoria del fondo durante esos tres años. La evaluación de los fondos va de 1 a 5, siendo 1 (el primero) la mejor puntuación y 5 (el quinto) la peor. Así y todo, conviene recordar que las rentabilidades pasadas de los fondos no son ninguna garantía de resultados futuros.

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