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Críticas a la elección a dedo de consejeros

Los ejecutivos critican el amiguismo y la falta de profesionalización de los consejos. El Club de Consejeros pide mayor seriedad y rigor al hacer la selección

Acabar con la selección a dedo y con el amiguismo a la hora de nombrar a consejeros. Es el principal objetivo que persigue un grupo de altos ejecutivos y consejeros aglutinados en el Club de Consejeros, cansados de la deteriorada imagen de este colectivo. Persiguen una profesionalización de la figura del consejero con el fin de mejorar y perfeccionar los consejos de administración, formar a estos ejecutivos en temas de gestión y de dirección. Según explica el vicepresidente de esta institución, fundada a finales de 1997, Andrés Fernández Romero, el objetivo es 'intentar mejorar con la ayuda de los consejeros independientes el funcionamiento de los consejos'.

El primer paso consiste en acabar con la designación a dedo o por amiguismo de los consejeros. 'Ser independiente significa no estar ligado por intereses a la propiedad del capital y ser defensor de los accionistas y de todas las partes implicadas en la compañía, tener formación financiera y de gestión. Se necesita que sean buenos y reconocidos profesionales de los sectores a los que van a representar', añade Fernández Romero. Y agrega que las empresas no deberían descuidar tanto el papel que juegan los consejeros. 'Deben buscar a personas con conocimientos, con relaciones y con buena imagen. Esto puede servir de garantía para mejorar la imagen de la compañía'.

Y critica, por ejemplo, la falta de formación, en algunos casos, de los consejeros dominicales (los vinculados al capital de la compañía). 'No se les pide formación y en muchos casos pecan de escasa capacitación técnica'. En este sentido, critica la falta de actuaciones formativas específicas para consejeros. Para intentar paliar todo esto, el Club de Consejeros y la Escuela Superior de Gestión Comercial y Marketing (ESIC) han firmado un acuerdo de colaboración con el objetivo de contribuir a la mejora del gobierno de las empresas desde el consejo de administración y la alta dirección ejecutiva, en virtud del cual se promoverán normas de buen gobierno a través de la formación, información y contribución social.

'Hay que huir de los amiguismos, intereses y política. No hay perfiles únicos y la selección no hay que hacerla sólo sobre ejecutivos significados', asegura Zurutuza

'El presidente o máximo ejecutivo de una compañía debe conocer a los mejores profesionales para saber rodearse de ellos', explica Vacchiano

El Club de Consejeros persigue que éstos tengan responsabilidad profesional, que exige la formación y actualización permanente para poder cumplir las funciones indelegables de un consejo moderno, contribuyendo de esta manera a su mejor funcionamiento y gobierno.

Desde esta institución se ofrece a los consejeros que lo precisan conocimiento sobre otras experiencias empresariales, pero sobre todo el 'desarrollo de una conciencia sobre las exigencias de la sociedad y del entorno de la empresa'. Asimismo, se ofrece información sobre los derechos de los accionistas, de los trabajadores y de los clientes de la empresa. 'Muchas veces se actúa con desconocimiento y no siempre en beneficio de las partes integradas de la empresa. Hay que acabar con esa falta de profesionalización', matiza Fernández Romero.

De esta misma opinión es Emilio Zurutuza, miembro del citado club y consejero, entre otras, de la Comisión de Control de Metrovacesa y de Endesa Diversificación, quien asegura que el rigor debe presidir la elección de los consejeros independientes que deben elegirse a través de la comisión de nombramientos de los consejos y de la junta general. 'Hay que huir, desde luego, de los amiguismos, intereses y política'. Y añade que 'no hay perfiles únicos y la selección no se debe hacer sólo entre ejecutivos significados sino, también, de otras extracciones profesionales que enriquezcan los puntos de vista plurales'.

Para Zurutuza, es muy importante la independencia 'real del candidato'. Y, por tanto, que no se vea afectada por relaciones o intereses que puedan comprometer su capacidad, imparcialidad y objetividad. 'Por ejemplo, antiguos ejecutivos de la propia compañía o familiares inmediatos'. pasa a la página siguiente

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Es necesario cambiar la imagen de los consejos, 'con contundencia', clama el ejecutivo Emilio Zurutuza. 'El perfil dependerá de los sectores, de la evolución de la sociedad y de la necesidad del momento'. Entre las exigencias que reclama a un consejero señala, ante todo, que sea profesional, que esté y sea reconocido y respetado por el mercado, que esté dispuesto a trabajar, que sea diligente. 'Se tiene que acabar con el amiguismo y las influencias. Afortunadamente, creo que comienza una nueva etapa en la que tendrán cabida los mejores profesionales y no los amigos', agrega Zurutuza.

Los procesos de selección han de ser transparentes. En eso coinciden los ejecutivos consultados. 'Los consejeros independientes y elegidos de manera clara son necesarios porque fertilizan los consejos de administración de las empresas', explica César Vacchiano, ex director general de Telefónica y Tabacalera, entre otras, y consejero de Repostería Martínez.

'Esta figura respalda al capital minoritario de las sociedades. Es positivo que se traslade la experiencia profesional y la capacidad de gestión de los profesionales a los consejos de las empresas', añade Vacchiano, para quien una de las cualidades más importante de un consejero es la honestidad.

'El amiguismo es una condición subordinada en el proceso de selección. No creo que un presidente o el máximo ejecutivo de una compañía no conozca a los mejores profesionales de su sector. Debe conocerlos porque de esta manera sabrá rodearse de los mejores'. Lo que exige Vacchiano es independencia con relación a la compañía, al presidente y a los ejecutivos y no dependencia económica.

'Es necesario que el consejero tenga suficientes ingresos económicos como para no depender de una sola compañía. El sueldo de un consejero que recibe de una empresa no puede superar el tercio de sus ingresos totales', señala Vacchiano.

En cuanto a la retribución de los consejeros, según Emilio Zurutuza, nunca debe exceder el sentido común de lo normal para atraer a personas competentes y de prestigio. 'Ello debe hacerse a través de la comisión de retribuciones que propone el consejo y que ha de revisar periódicamente y vela por la transparencia del sistema'. Agrega este ejecutivo que la moderación es la regla que ha de presidir estas decisiones, 'y han de calcularse de forma que ofrezca los incentivos suficientes, pero sin comprometer la independencia de los consejeros'. Las retribuciones totales por todos los conceptos deben ser conocidas por los accionistas. 'Es necesario dar credibilidad al proceso de implantación de consejeros independientes', concluye Zurutuza.

La mayoría se retira a los 70 años

Según el índice Spencer Stuart de consejos de administración, la edad media de los consejeros en España es de 55 años. El 41% de las compañías analizadas no tiene establecida una edad de retiro para sus consejeros. El restante 59% la tiene establecida entre 65 y 75 años, con una moda habitual de 70 años.En los países anglosajones, por ejemplo, existe un consenso generalizado en que la edad de retiro de los consejeros externos es de alrededor de 70 años. En el 73% de las empresas españolas la duración del mandato de los consejeros es el máximo permitido por ley (cinco años). De momento, no existe una norma que diferencie el tiempo de mandato del presidente de los consejeros dominicales de los independientes.

Emilio Zurutuza, "El proceso ha de ser transparente"

Emilio Zurutuza, de 58 años, tiene una amplia experiencia como ejecutivo y consejero en empresas como Red Eléctrica, Parque Isla Mágica o el Banco de Crédito Comercial. Por tanto, opina que los consejeros independientes deben dimitir siempre que desaparezcan las razones por las que fueron nombrados, como, por ejemplo, cuando son fichados para una función ejecutiva.Cree que todos los procesos, tanto los de selección como los de dimisión, deben ser procesos transparentes. 'Queremos que sea una figura creíble, transparente, que se nombren a través de una comisión de nombramiento y de retribuciones, que el procedimiento de selección se sepa en la junta general', añade Zurutuza. Para este ejecutivo es necesario saber quién es quién. 'Viene ahora una revolución en la que los consejeros tengan un sitio y el mercado crea en ellos'. Los consejeros, además de ética e independencia, tienen que estar formados, es una garantía de futuro para que las empresas puedan tener credibilidad.

José María Suárez, 'Sin profesionalidad no se aporta nada'

El director académico de la Escuela Superior de Gestión Comercial y Marketing (ESIC), José María Suárez, opina que en términos de ética profesional sería conveniente que las empresas se replantearan a quién poner y el método en sus consejos de administración. 'Sería bueno que fueran elegidos por una comisión de selección y no por amiguismo, aunque cuando se llega a determinados niveles todo el mundo se conoce'. En cuanto al perfil, señala que ha de ser un profesional con garantía, 'alguien con autoridad moral, prestigio y experiencia profesional, pero lo más importante, alguien sin vinculación con la compañía', agrega. En este sentido, añade que sin profesionalidad y conocimientos no se aporta nada a las empresas. Para Suárez es necesario que el candidato a consejero tenga prestigio, 'que sea una voz reconocida dentro del sector y del que pueda escucharse su voz', y, como tal, debe ser remunerado. Por tanto, es importante buscar un equilibrio entre la profesionalidad y la retribución.

Andrés Fernández Romero, 'Si es a dedo, pecan de sumisión'

El vicepresidente del Club de Consejeros, Andrés Fernández Romero, de 72 años, ha sido, entre otros cargos, asesor de la presidencia de Andersen Consulting, del INI, presidente fundador de Consultores Españoles y jefe del departamento económico de Metalúrgica Santa Ana. Y tiene claro que, cuando la selección de los consejeros independientes 'se hace a dedo, se suele pecar de sumisión, ya que depende de los que le han nombrado'.Sobre los códigos de buen gobierno y las recomendaciones de gobierno corporativo aparecidas recientemente, en concreto el informe elaborado por la Comisión Aldama, señala que es fundamental que algunas recomendaciones se conviertan en disposiciones legales, eso sí, 'siempre y cuando no vayan en contra de la agilidad y el funcionamiento de las empresas'. Y señala convencido que ciertos escándalos empresariales han dañado la imagen de los consejeros de las empresas. Para Fernández Romero, es importante estar en pocos consejos, él aclara no estar en ninguno, 'no más de cuatro o cinco'. Si se está presente en más, es posible que se cuestione la independencia.

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