EE UU limita el uso de la contabilidad pro forma
En lo que ha sido calificado por el presidente en funciones de la SEC, Harvey Pitt, como uno de los días más laboriosos para el regulador de los mercados estadounidense, el consejo de este organismo ha aprobado unánimemente la prohibición de presentación de las llamadas cuentas pro forma sin detallar. Este tipo de contabilidad se puso de actualidad tras el escándalo contable de Enron y es uno de los aspectos de la ley Sarbanes-Oxley que la SEC tiene que desarrollar antes del 26 de este mes.
La norma, que será aplicable a las empresas estadounidenses que coticen y no a las extrajeras, supone que estas cuentas pro forma sólo serán aceptables si se explica con todo detalle por qué difieren de las presentadas según los Principios Contables Generalmente Aceptados (GAAP en sus siglas en inglés). Esta misma regla vale para las notas de prensa de resultados de las empresas. Los resultados pro forma no están establecidos ni regulados por ningún organismo de contabilidad y quedan al arbitrio de los responsables de auditoría de cada compañía aunque no son ilegales.
En un principio se utilizaron para hacer más fácilmente comparables los resultados de una compañía a un perímetro determinado tras una gran compra, segregación o cualquier tipo de operación que cambiara significativamente el perfil de la empresa. Con la burbuja tecnológica, empresas de nueva creación y que nunca habían tenido beneficios utilizaban este tipo de cuentas no fiscalizables para mostrar la mejor cara del negocio.
Para los expertos, este tipo de contabilidad era engañosas o inducía al error a los inversores. Antes del escándalo Enron, que ha forzado la revisión de la mayor parte de las normas del buen gobierno de las empresas, se dio el caso de alguna compañía que llegó a presentar hasta tres resultados pro forma de un mismo trimestre con resultados distintos. El comisario de la SEC Harvey Goldstein lo tenía ayer muy claro, 'la posibilidad de que las compañías escondan sus problemas en determinadas áreas financieras está ahora limitada'. Además, y siguiendo las enseñanzas de lo que no se debe hacer aprendidas en el caso Enron, la SEC ha dispuesto la prohibición de ventas de acciones por parte de los directivos de una compañía cuando no lo puedan hacer también los trabajadores.