La CE accede a ampliar el cupo de importación de tomate marroquí
La agricultura mediterránea -y más concretamente, la española- será una vez más la gran sacrificada en las negociaciones agrícolas entre Marruecos y la UE. Confirmando las más pesimistas previsiones, la Comisión Europea decidía el viernes aceptar la petición de Rabat para aumentar el contingente de importación de tomate marroquí a los mercados comunitarios y ofrecer, ademas, rebajas arancelarias para otras hortalizas como calabacín, judías y pepinos.
Esta es la propuesta que la CE presentará mañana martes en Rabat, en el inicio de la nueva ronda de negociaciones para renovar el protocolo agrícola del acuerdo de asociación y, paradójicamente, será un español, José Manuel Sánchez Silva, director general de Agricultura del Ejecutivo comunitario, el encargado de trasladar la oferta europea y de conducir las negociaciones con el objetivo de obtener resultados 'fructíferos y decisivos', en palabras de un portavoz autorizado de Bruselas.
Una opinión que, al igual que el contenido de la propuesta comunitaria, ha sido duramente contestada por las organizaciones agrarias españolas, que acusan a la CE de utilizar las producciones mediterráneas como 'moneda de cambio' para favorecer las producciones agrícolas del norte de la Unión.
Porque, en efecto, mientras que las exportaciones de tomate son la principal demanda del Gobierno marroquí en estas negociaciones agrícolas para elevar hasta 216.000 toneladas el contingente que puede enviar a la UE cada campaña, las pretensiones de la UE se centran en mejorar las condiciones para exportar a Marruecos cereales, leche, carne y oleaginosas, los denominados 'productos continentales'.
Tratamiento preferencial
Los portavoces comunitarios admitían en la noche del viernes la disposición de Bruselas a aumentar las importaciones de tomate marroquí, aunque se negaban a cuantificar este incremento, indicando que la Comisión acudirá a la reunión de Rabat con una propuesta que 'deja abierto el contingente'.
Sin embargo, esta deliberada ambigüedad empezaba a concretarse horas después, cuando la organización agraria COAG, en un comunicado remitido a la agencia Efe, informaba que 'la propuesta cerrada por Bruselas ha quedado lista para ser rubricada el martes en Rabat, y contempla un aumento de 60.000 toneladas en el contingente de tomate, por lo que Marruecos podrá exportar unas 210.000 toneladas'. La organización agraria señalaba, ademas, que 'la propuesta no contempla ninguna compensación para los productores', para añadir que el acuerdo que Bruselas propone implica la conservación del contingente tradicional de tomate de 150.000 toneladas, pero 'se aplica un contingente adicional de 60.000 toneladas con un aumento anual del 5% sobre las 210.000 toneladas'.
Este contingente total de tomate de 210.000 toneladas tendrá 'un tratamiento preferencial, con precio de entrada reducido y arancel cero', asegura COAG.
Por su parte, la Federación de Productores de Frutas y Hortalizas (Fepex) ha pedido una reunión urgente al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y denuncia que el precio de entrada de la exportación marroquí, coincidente con la campaña de comercialización de tomate español, está por debajo de los costes de producción, situación que supone el 'caos' y el desastre para muchos pueblos de Andalucía, Canarias, Murcia y Valencia.