Los fondos ganan en Bolsa
El buen inicio de año de las Bolsas internacionales, aún con sus numerosas dudas y altibajos, está devolviendo una cierta confianza entre los inversores y gestores de planes de pensiones, después de los tres años de pérdidas que llevan a sus espaldas. Un cuarto ejercicio consecutivo de caída en las Bolsas echaría por tierra una buena parte de ese mito, por lo general justificado, según el cual la renta variable es, a largo plazo, la inversión invencible en cuanto a rentabilidad.
Con la acumulación de las pérdidas de los tres últimos años, esa afirmación ha dejado de ser plenamente cierta para los inversores españoles que han ido depositando su dinero en los planes de pensiones de renta variable, ya que el único segmento del mercado verdaderamente fiable, aunque de moderadas ganancias, es el de la renta fija.
El arranque del año está siendo moderadamente bueno en renta variable, aunque los mercados caminan sobre un campo minado, susceptible de dar algún susto inesperado mientras no exista una cierta solidez en los indicadores económicos. Ahora mismo se suman la endeble situación económica y los riesgos políticos para configurar un panorama muy poco proclive a las inversiones en Bolsa, a pesar de lo cual los mercados bursátiles están registrando ganancias que no dejan de sorprender a muchos.
Los planes de pensiones de renta fija han estabilizado en cotas bajas su rentabilidad tras un año excepcional
El problema al que se enfrentan ahora los gestores es el aparente agotamiento de las expectativas de rentabilidad en la renta fija, ya que el ciclo bajista de los tipos de interés parece próximo a su conclusión. Las carteras de planes de pensiones de renta fija ganan cuanto más bajas son las rentabilidades a largo plazo, momento que coincide con las más altas valoraciones de los activos de renta fija. La rentabilidad de la renta fija es inversamente proporcional al precio de los títulos en los mercados y éste es el que determina la rentabilidad de las carteras de fondos de pensiones.
Puede esperarse todavía alguna bajada de tipos en el área del euro, pero de escasa cuantía. Lo que quizá puede sostener un poco más la fase alcista o moderadamente alcista de las inversiones de renta fija es la más que probable tardanza de los bancos centrales en decidir subidas de tipos de interés para atajar la inflación. En estos momentos, el énfasis está más en buscar los remedios para acelerar el crecimiento que para parar las tensiones inflacionistas. La tregua quizá se prolongue a lo largo del primer semestre y durante una parte indefinida del segundo.
Por ello, los planes de pensiones de renta fija pueden entrar en una fase de menores ganancias que en el pasado año, cuando sus rendimientos llegaron a superar el 5% en algunos casos. A lo largo de 2002, el número de fondos de renta fija con ganancias superiores a la inflación fue bastante alto mientras en la renta variable las pérdidas fueron la norma general. Sólo en el grupo de planes de pensiones de tipo mixto se vieron algunas ganancias cuyo origen estribaba precisamente en la parte de las inversiones bursátiles en cartera. Pero fueron muy pocos los planes de pensiones que se beneficiaron de esta situación. La previsión para este año apunta hacia un escenario de menores diferencias entre los resultados de los fondos de las diversas categoría.