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EE UU

El regulador de los mercados quiere que los abogados delaten a sus clientes

Según publicaba ayer The Wall Street Journal, la propuesta, en la que están prácticamente de acuerdo todos los miembros de la comisión de la SEC, obligará a los abogados a pedir al consejo de administración que paren una acción de la empresa cuando ésta vaya en contra de la ley. Si esto no es efectivo, entonces el abogado tendrá que dimitir de su cargo 'por consideraciones profesionales', algo que dará la pista a la SEC de que algo ilegal puede estar ocurriendo en la empresa en cuestión.

Para el mundo de la abogacía esta consideración rompe el acuerdo de confidencialidad con los clientes y convierte al letrado en un policía de empresa. Esta propuesta está dentro del desarrollo de la Ley Sarbanes Oxley para la mejora del Gobierno de las empresas aprobada el año pasado, cuya redacción vino motivada por la explosión de casos de corrupción empresarial como Enron o Worldcom. La aprobación de esta propuesta está prevista para finales de este mes, por lo que las asociaciones de abogados y el colegio creen que puede sufrir aún algunas modificaciones. Para los abogados, que conocieron los preliminares de la iniciativa el pasado noviembre, la SEC ha ido mucho más lejos de lo que le pide el mandato del Congreso al desarrollar la ley.

Sin embargo, desde la SEC, que contempla alternativas como, por ejemplo, que sea el consejo el que informe del porqué de la dimisión de un abogado -algo que no deja de ser un maquillaje a la propuesta-, la posibilidad que ahora gana terreno es la mejor para asegurar el buen gobierno de las empresas, que es el objetivo de la ley.

El organismo, similar a la CNMV en España, ha dado marcha atrás en algunas de sus propuestas. El pasado martes dio a conocer su intención de eximir a empresas no americanas de algunas de las normas que desarrolla el reglamento de la Ley Sarbanes Oxley. En particular, la SEC se plantea la posibilidad de ser más flexible con las comisiones de auditoría, que, por las especiales características de las estructuras empresariales en Alemania, Italia y Japón, pueden ser de difícil aplicación.

Crece la desconfianza en las compañías

Los efectos de los escándalos empresariales que tuvieron su máxima expresión en el caso Enron se han extendido como una mancha de aceite. La confianza de los ciudadanos en las empresas es cada vez menor. Así lo asegura el Foro Económico Mundial, basándose en una encuesta realizada entre 34.000 personas de diferentes países del mundo.Desde enero de 2000 hasta agosto de este año, la confianza en las grandes empresas ha sufrido fuertes caídas. El deterioro en la confianza en las empresas estadounidenses es muy significativo. Mientras que en diciembre de 2000 el índice de confianza (resultado de restar al porcentaje de confianza el de desconfianza) era de 12, en agosto de 2002 se situaba en 12 puntos negativos. Las empresas españolas tampoco se han salvado de la crisis de credibilidad. De los ocho puntos negativos que mostraba el índice en diciembre de 2000, se ha pasado a los 21 negativos. Pero Argentina es el país en el que la desconfianza, con 62 puntos negativos, es mayor. Ya en diciembre de 2000, con 34 puntos negativos, estaba a la cabeza de la falta de credibilidad empresarial. El Foro Económico Mundial, que ha elegido el tema de la seguridad como eje de su reunión anual en Davos (Suiza), que se celebrará este año entre el 23 y el 28 de este mes, afirma que la encuesta muestra la desconfianza empresarial en el periodo pos-Enron.

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