El PIB de la zona euro creció sólo un 0,3% en el tercer trimestre de 2002
Europa sigue instalada en una senda de crecimiento débil. La oficina de estadísticas comunitaria, Eurostat, confirmó ayer con datos definitivos la información preliminar que había hecho pública hace varias semanas.
El producto interior bruto (PIB) de la zona euro aumentó un exiguo 0,3% en el tercer trimestre de 2002 respecto al trimestre anterior. El crecimiento del conjunto de la Unión Europea (UE) fue del 0,4%. En tasas interanuales (comparan la variación respecto al mismo trimestre del año anterior), el PIB de la zona euro aumentó el 0,8%, y el del conjunto de la UE, un 1,1%.
Aunque los datos globales reflejan una coyuntura económica no muy boyante, algunos componentes del PIB muestran una tendencia hacia la mejoría. Por ejemplo, después de seis trimestres consecutivos a la baja, las inversiones registraron un ligero aumento del 0,1%. Además, las exportaciones se incrementaron un 2,2% en el tercer trimestre. Con todo, la debilidad se mantuvo en sectores como los servicios financieros y empresariales. Por Estados miembros, los mayores crecimientos correspondieron a Grecia (1,3% interanual), Reino Unido (0,9%) y España (0,8%).
La recuperación, a la vista
La Comisión Europea prevé que el año 2003 sea el ejercicio de la reactivación económica, con crecimientos superiores al 2%. A pesar de ello, espera que la recuperación no se afiance hasta la segunda mitad del año.
De hecho, según las últimas estimaciones del Ejecutivo comunitario, el crecimiento del PIB se encontrará en una horquilla entre el -0,1% y el 0,3% durante el primer trimestre de 2003, para ir elevándose paulatinamente. No obstante, el crecimiento de la UE está muy ligado a la evolución del gigante alemán, que representa un tercio de la economía comunitaria.
En este contexto, el consejo ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) celebró ayer su primera reunión del año, presidida por Wim Duisenberg, que estudió la política monetaria y decidió mantener los tipos de interés en el 2,75%.
Duisenberg confió en que la inflación vuelva pronto a cotas inferiores al 2% (objetivo oficial del BCE) y que la única incógnita al respecto es el precio del petróleo.