Auna reduce a la mitad la regulación de empleo, que afectará a 550 trabajadores
El expediente de regulación de empleo del segundo operador español de telecomunicaciones será menos traumático de lo previsto y no afectará a uno de cada tres entre los 3.059 trabajadores de su plantilla, tal como inicialmente se había anunciado, sino a 550 empleados mediante despidos pactados y a un máximo de otros 200 a través de prejubilaciones y recolocaciones.
El pasado 27 de diciembre la representación sindical de las distintas empresas de Auna y la dirección de la compañía alcanzaron un acuerdo que ponía fin al periodo de consultas para definir los términos del expediente de regulación de empleo solicitado por Auna y que se habían iniciado el 22 de noviembre.
En la última semana, las asambleas de trabajadores de las diferentes empresas del grupo han ratificado el acuerdo y la Delegación de Trabajo ha comunicado la homologación del ERE. Con estos requisitos se ha puesto en marcha un calendario en el que el primer paso concluye el próximo día 20 de enero. Hasta esa fecha se ha abierto un plazo de adscripción voluntaria al ERE. El día 1 de febrero, la dirección de Auna entregará a los representantes sindicales de los trabajadores la lista con los nombre de los 550 empleados, incluidos los adscritos voluntariamente, que se verán afectados por el expediente. En las jornadas siguientes y hasta mediados del próximo mes se remitirán las cartas de despido, y las bajas serán efectivas a finales de febrero.
Indemnizaciones
Las indemnizaciones pactadas para los despedidos diferencian a los trabajadores según tengan una antigüedad superior o inferior a los seis años en la empresa. Los más veteranos serán compensados con 45 días de salario por año de servicio, más una cantidad lineal de 5.000 euros. Para los trabajadores de incorporación más reciente se estipula una compensación de 42 días de salario por año trabajado más una cantidad lineal de 6.010 euros.
El acuerdo entre los representantes de los trabajadores y la empresa contempla también la posible salida de 200 empleados adicionales a los 550 a lo largo del presente ejercicio de 2003. Estas bajas se producirán mediante prejubilaciones o 'por recolocaciones que pudieran efectuarse en otras empresas'. Fuentes sindicales han señalado que el programa de prejubilaciones que se abre con la aplicación del ERE será pactado individualmente con cada uno de los posibles interesados mediante la 'elaboración de una solución a la carta que deberá incluir un plan de rentas'. No obstante, las mismas fuentes consideran que por esta vía no podrán salir 'más de 15 o 16 trabajadores', ya que la plantilla de las empresas de Auna tiene una edad media de 33 años. El documento de aceptación del ERE incluye un apartado por el que la compañía se compromete a no presentar un expediente de regulación en el plazo de dos años, que se contabilizarán a partir de marzo. Otro acuerdo incluido en el documento de aceptación del ERE contempla la constitución de una comisión de seguimiento formada por representantes de la dirección de la empresa y por una nutrida representación de trabajadores encabezada por el presidente del comité intercentros de Auna Telecomunicaciones. Esta comisión supervisará la aplicación de acuerdo en lo que afecta a los 200 trabajadores que se prejubilarán o recolocarán en el año.
Socio tecnológico
Por otra parte y pese a que los socios no consideran imprescindible la entrada de un tecnólogo en el capital del grupo, en una reunión con analistas el consejero delegado de Auna, Joan David Grimá, no descartó que el paquete de acciones que está aparcado en ING se destine a una compañía del sector.
Esa intención ya estuvo presente en diciembre de 2001, cuando los socios españoles de la operadora pactaron la compra del paquete de Telecom Italia. Un obstáculo existente entonces, que no se han despejado, es la crisis que afecta al sector, aunque también la tendencia de las multinacionales a ejercer el poder donde invierten. Endesa y Fenosa tienen derecho de compra del paquete de ING.
El segundo operador de 'telecos' prepara un nuevo plan comercial
El grupo Auna ultima las bases de su estrategia comercial que se harán públicas cuando haya hecho efectivo el expediente de regulación de empleo. La ofensiva comercial, que se realizará con la marca Auna, coincidirá con el cierre de la nueva estructura del holding hacia la que ya se han dado significativos pasos. Y se va a realizar además cuando mejoran las previsiones económicas del grupo que cierra en estos días las cuentas provisionales del pasado ejercicio. Según esos datos, Auna ha cerrado el año 2002 con unas pérdidas en torno a 500 millones, que suponen una significativa mejora respecto a los números rojos por 729 millones del ejercicio precedente. Además, el grupo ha obtenido un Ebitda (resultado bruto de explotación) positivo de 600 millones. La nueva estructura se basa en la consolidación de Auna como holding, del que penderán dos filiales y una división. Una de las filiales, con categoría jurídica de empresa, es Amena (telefonía móvil), mientras que la otra será Auna Telecomunicaciones. A esta compañía, que se está constituyendo en torno a los activos y competencias de Retevisión, se le unirán las cinco empresas de cable (Madritel, Supercable de Andalucía, Menta de Cataluña, Canarias Telecom y Able de Aragón). Además, se crea la división de negocio de grandes clientes que dependerá de la cabecera del holding, pero desde la que se controlará ofertas conjuntas de las dos empresas. El grupo afronta este ejercicio con una estructura financiera más saneada tras la mejora en la generación de fondos y la venta de activos. Auna, que ha vendido Eresmas, prevé cerrar en fechas próximas la enajenación del servicio de señales de televisión de Retevisión, pero deja para más adelante la venta de su participación en Hispasat dado que los socios tienen suscrito un pacto de estabilidad accionarial. Auna tiene perfilada su nueva estructura sin haber alcanzado un acuerdo para la integración de la operadora Ono. La idea compartida por los socios es que el grupo Auna irá aumentado valor cuando ponga en marcha la citada política comercial frente a la etapa anterior caracterizada por el desarrollo de infraestructuras. De esta forma, el tiempo juega a favor del canje que se establezca con Ono.