Wall Street, escéptico ante el plan de estímulo de Bush
El ambicioso plan de estímulo fiscal desvelado ayer por George Bush, pero conocido desde el lunes, capitalizó de nuevo el interés de Wall Street. Las Bolsas estadounidenses, que se habían mantenido en zona de nadie durante toda la jornada, casi ni se inmutaron tras la comparecencia del presidente de los EE UU. El Dow cedió un 0,38% y el Nasdaq avanzó un 0,72%. Algunos analistas se mostraron recelosos sobre el efecto que este plan tiene para la Bolsa.
En Europa, por el contrario, los inversores mostraron su preocupación por el clima prebélico y las amenazas terroristas. El último episodio de esta psicosis fue el arresto en Londres de un grupo de personas presuntamente dispuestas a atentar con veneno. La noticia, difundida a una hora del cierre, puso la puntilla a los índices europeos.
La supresión del gravamen sobre los dividendos es la medida que más beneficia la Bolsa en el plan de Bush. No obstante, algunos expertos estadounidenses reconocían que no es la panacea.
Cada vez menos compañías repartían dividendo, y los expertos creen que las que lo han seguido haciendo no aumentarán ahora sus emolumentos al accionista. Sí es una buena oportunidad, opinan otros analistas, para aquellas compañías con una buena posición de caja que no han tenido un buen recorrido en Bolsa y que desean dar una alegría a sus accionistas.
Sólo el sector tecnológico brindó ayer movimientos destacables en EE UU. EMC, el líder mundial en almacenamiento informático, ganó el 9,85% tras anunciar que ganará más de lo previsto. Merrill dobló sus previsiones de beneficios en 2003 para este valor. IBM (+2,84%) y Cisco (+2,47%) se sumaron a la tendencia alcista.
Los mercados europeos recuperaron ayer la normalidad en los volúmenes de negocio. Y la primera sesión real del año confirmó que el ánimo inversor sigue deteriorado. A excepción de Madrid (+1,85), que no abrió el lunes sus puertas, el resto de plazas europeas cerró en negativo. Las caídas de ayer se comieron las alzas conseguidas el lunes, después de que EE UU anunciara un plan de estímulo fiscal para reactivar la economía. La Bolsa peor parada fue París (-1,54%).
Sólo dos sectores del Stoxx 600 cerraron con ligeras subidas, el de telecos (+0,17%) y el de bienes industriales (+0,36%), mientras que la posibilidad de aumento de la producción por parte de los países de la OPEP tiró a la baja del mercado.
Las alzas más sobresalientes fueron para Telefónica (+5,77%) y Portugal Telecom (+5,85%), aunque el sector de telecomunicaciones en general se vio favorecido por una nota de Lehman, que elevó a todo el grupo a sobreponderar desde igual que el mercado. Aun así, Deutsche Telekom, France Télécom (-1,47%) y Telecom Italia (-2,42%) cerraron en negativo después de haber conseguido fuertes revalorizaciones la jornada anterior. Entre las caídas del sector petrolero destacaron las de la francesa Totalfina (-2,48%), la británica BP (-1,17%) y la italiana Eni (-2,25%).
Otro de los sectores en el punto de mira fue el de aerolíneas. La advertencia sobre beneficios lanzada el lunes por KLM seguía ayer cobrándose víctimas. Iberia cedió un 3,25% y Lufthansa, el 3,25%.
En la Bolsa alemana destacó sobre el resto el mal comportamiento de las cadenas de comercio minorista, tras conocerse que las ventas de noviembre fueron peores de lo esperado. Metro (-2,93%) y Karstadt Quelle (-3,75%) fueron las peores paradas.
El Bovespa rompió con tres días consecutivos de ganancias y ayer cedió un 1,2%. El presidente de la Bolsa de São Paulo reconoció que el optimismo del mercado brasileño se debe a la credibilidad que ha despertado Lula da Silva.
El Nikkei perdió ayer un 0,65% presionado por las preocupaciones sobre la economía japonesa. El anuncio de fusión entre Konica (-0,8%) y Minolta (+1,52%) fue la única nota positiva de la sesión.