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Reacción

La reducción de impuestos de Bush impulsa los mercados estadounidenses

La Bolsa española, cerrada ayer por festividad, no pudo aprovechar el regalo de Reyes de Bush a los bolsistas estadounidenses. Los inversores ya no tendrán que pagar impuestos cuando reciban dividendos, según el plan de estímulo económico que planea poner en marcha el Gobierno de George Bush. Sólo este cambio fiscal supondrá que los inversores pagarán 300.000 millones de dólares menos (la misma cantidad, aproximadamente, de euros) en impuestos. El plan, además, contempla otros 300.000 millones en distintas ayudas al crecimiento económico. Los inversores esperaban un paquete de ayudas más limitado.

Los mercados respondieron, como era de esperar, con alzas. Un 2% subió el Dow Jones y un 2,46% el Nasdaq. La política favorable al mercado del Ejecutivo estadounidense pesó más que el discreto dato ISM de gestores de compras en el sector sevicios y que los tambores de guerra. El precio del oro subió y el dólar cedió posiciones, después de que Saddam Hussein atacase (verbalmente) a los inspectores del la ONU y mientras EE UU sigue adelante con sus planes bélicos.

Si la guerra no afectó a las Bolsas fue, en parte, porque el mercado petróleo estuvo tranquilo. La OPEP y Rusia se muestran dispuestos a aumentar la producción para estabilizar los precios, lo que provocó un leve retroceso en la cotización del barril. Aun así, sigue por encima de los 30 dólares, y ha subido un 35% desde mediados de noviembre.

Wall Street estuvo liderada por las empresas de telecomunicaciones y tencología. Aunque ATT anunció que gastará 240 millones en despedir a más de 3.000 empleados, el sector subió con fuerza. Los bolsistas esperan que los reguladores del mercado dejen de obligar a las empresas de telefonía local a alquilar las líneas a competidores a precios bajos. Hasta ATT, que había abierto con retorcesos, cerró al alza. El bono estadounidense a 10 años, por su parte, superó el tipo del 4%, pues el plan fiscal de Bush creará más déficit público.

Europa sube con timidez

Los mercados europeos, por su parte, también mostraron más números negros que rojos. Pero las alzas fueron más tímidas. El mercado que mejor se comportó fue el alemán, al subir el 2,08%. Como cierra más tarde pudo aprovechar mejor las subidas de los mercados estadounidenses. París cerró con una subida del 0,7%, pero Londres se dejó un 0,09%.

La sesión fue de menos a más. Por la mañana pesaba la advertencia sobre beneficios de la aseguradora Britannic, que extendió los números rojos a todo el sector asegurador, sobre todo en el Reino Unido. La propia Britannic perdió la mitad de su valor en Bolsa, pues anunció también que dejará de pagar dividendo. Paralelamente, la aerolínea holandesa KLM confesó que en 2002 su resultado de explotación ha sido negativo, y cayó el 6,6%.

En el lado positivo estaba Fiat. La empresa automovilística italiana cerró la jornada con un alza del 7,4%. El mercado recibión con optimismo el plan del empresario Roberto Colaninno para rescatar la empresa y hacerse con el control.

Los mismos condicionantes que el año pasado

Factores geopolíticos emanados de los atentados del 11 de septiembre y que ahora se centran en Irak y Corea del Norte, aumento del desempleo y crecimientos económicos por debajo de lo esperado, déficit fiscales crecientes, tipos de interés excepcionalmente bajos y resultados de las empresas flacos. Estos son sólo algunas de las circunstancias que rodean la actividad de las Bolsas. Lo mismo que sucede desde hace tres años.¿Se recuperarán los mercados de acciones este año? Es la pregunta del millón de dólares, como siempre. Lo peor es que no hay motivos para el optimismo, con lo que es fácil augurar un cuarto año consecutivo de pérdidas. Lo mejor es que todo el mundo considera lo mismo, con lo que es muy posible que los mercados hagan lo contrario y, además, los precios de las acciones ya han bajado. Los mismos patrones económicos que han deprimido los mercados de valores en 2002 apenas han variado. Es más, algunos, como los geopolíticos, han empeorado. El gasto del consumidor es escaso en algunos países y está disminuyendo aún más en otros. Hasta ahora el consumo privado ha sido el catalizador del crecimiento. Hay expertos que consideran que las cosas pueden empeorar más y, como siempre, ven más vulnerables a los mercados europeos que a los estadounidenses. Señalan, entre otras cosas, que el fortalecimiento del euro es negativo, porque cambiará el orden del comercio internacional. EE UU tiene un déficit comercial insostenible y necesita apoyarse en la caída del dólar para equilibrar la balanza. Los expertos coinciden en la idea de que los resultados empresariales volverán a marcar el rumbo de los mercados como ha sucedido en los tres últimos años. Vuelve a ser Wall Street la peor parada, por sus valoraciones excesivas, pero nadie apuesta por la independencia de las Bolsas europeas. Los flujos de capitales se dirigen, en su mayor parte, hacia el dólar.

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