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Futuro
Columna
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Espera lo inesperado

Los oráculos han servido siempre para proporcionar pistas sobre el futuro. En un mes de predicciones como enero, Santiago Satrústegui señala que se puede esperar cualquier comportamiento en la Bolsa El jueves se inaugura la presidencia griega de turno con una reunión del Consejo. Será la primera presidencia de la UE con 25 países, una vez firmen el Tratado de Salónica en abril

Desde tiempos remotos, los oráculos, en cualquiera de sus manifestaciones, han servido para proporcionar pistas sobre el futuro a personas que tenían que enfrentarse con la toma de alguna decisión difícil. Sea cual sea su naturaleza, pitonisas, filósofos, grupos de sabios, bancos centrales o fundaciones de estudios económicos, el éxito y la permanencia de los buenos oráculos siempre ha radicado en ser lo suficientemente misteriosos y enigmáticos como para mantener el interés e incitar a la reflexión pero sin pretender nunca adivinar el futuro. Los expertos saben mejor que nadie que la probabilidad de acertar es siempre inversamente proporcional a la concreción de las predicciones y obran en consecuencia.

La falta de concreción ha causado muchas veces importantes problemas. Hubo un rey griego que, amenazado por el imperio persa, acudió al oráculo de Delfos, el más prestigioso de la época, a consultar si debía atacar o no atacar. Convencido por la respuesta: 'si atacas destruirás un gran imperio', inició la guerra y destruyó el suyo. La contestación, aunque no respondiera claramente a la pregunta, fue correcta, pero falló la interpretación.

A medida que los adivinadores fueron perdiendo el carácter mágico inicial y los usuarios empezaron a exigir mayor detalle se inventaron las cláusulas de negación de responsabilidad y las coletillas de que las opiniones del informe no son recomendaciones de compra o venta ya que la decisión final siempre corresponde al cliente.

Enero es época de predicciones y como el año que iniciamos se presenta bastante complicado, mi propuesta es volver a lo clásico y recurrir a uno de los filósofos más enigmáticos que ha existido, por algo le llamaban El Oscuro, como medio para encontrar algo de claridad.

Aparte de descubrir que 'todo fluye' (panta rei), que ya de por sí es una aportación importante a la filosofía y a las ciencias, Heráclito dijo también cosas tan prosaicas como que 'los cerdos se regocijarán más en el cieno que en el agua limpia', aludiendo a que no todo el mundo tiene la misma escala de valores, junto a otras mucho más elevadas como que 'el carácter de un hombre es su destino' o que 'sólo cuando el sol se apaga podemos ver las estrellas'.

Serían temas interesantes para desarrollar, muy aplicables al momento actual, pero podría parecer que estoy tratando de escurrir el bulto y no contestar a la pregunta clave que se están haciendo los inversores, ¿qué podemos esperar de los mercados en el año 2003?

Por un lado, Heráclito les diría que no olvidaran 'que el camino hacia arriba y hacia abajo son uno y el mismo' y que unas veces se sube y otras se baja sin necesidad de cambiar de procedimiento para hacerlo. Aunque ya no nos lo creamos fácilmente, los mercados también pueden subir, sobre todo cuando han sufrido un duro castigo.

Pero lo que El Oscuro les recomendaría sin lugar a dudas, y yo modestamente me sumo a su recomendación, sería que 'esperen lo inesperado'. Primero, porque para el próximo año es mucho más probable que ocurra lo inesperado que suceda cualquiera de las cosas que ahora mismo podemos considerar como esperadas y, segundo, porque 'si no esperamos lo inesperado, no será posible conseguirlo', como también aseguraba el filósofo.

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