Riesgos para la renta fija
El decepcionante resultado de los planes de pensiones de renta variable durante los tres últimos años, en especial durante el pasado ejercicio, el peor del trienio, ha provocado un desplazamiento de las nuevas suscripciones de planes hacia los de perfil más conservador. Este hecho se ha notado, sobre todo, en los nuevos planes de pensiones lanzados al mercado durante el último trimestre del año recién concluido, es decir, durante la fase del año en la que más activamente se promocionan y comercializan los planes de pensiones entre los partícipes. El mal ejemplo de lo sucedido en los dos últimos años ha obligado a las gestoras a ofrecer nuevos productos más en consonancia con las aspiraciones de los partícipes de los planes de pensiones, es decir, muy en sintonía con sus aspiraciones de seguridad a medio y largo plazo.
Por este motivo, los inversores en planes de pensiones empiezan el año 2003 con una cartera global de perfil bastante más conservador, lo que implica la puesta en escena de nuevos tipos de riesgos para los inversores. Si se supone que la renta variable va a ser la apuesta más acertada para el año que empieza, sobre todo para la segunda mitad del año, el giro netamente conservador de los planes de pensiones en los últimos meses puede tener consecuencias poco favorables para los inversores. En especial si algunos abrigaban aún la secreta esperanza de recuperar parte o la totalidad de lo perdido desde que en la primavera del año 2000 se inició el declive de la renta variable.
Las expectativas de rentabilidad en la renta fija son, según las hipótesis más extendidas, menos favorables a estas alturas del ciclo económico que durante el pasado año.
La concentración de las carteras en estos títulos ha sido excesiva el año pasado y puede hacer perder oportunidades ante un resurgir bursátil
En el pasado ejercicio, en especial durante los últimos meses, las inversiones de los planes de pensiones en renta fija a medio y largo plazo han sido altamente rentables. Hay un elevado número de fondos de renta fija 100% que han cerrado el año con rentabilidades superiores al 5% y, en algunos casos, los mejores fondos han rondado el 10% de ganancia en este segmento del mercado.
Todo hace pensar que estas ganancias serán insostenibles en el curso de los próximos meses, tanto más cuanto antes entre la economía en el ciclo alcista y empiecen a elevarse los tipos de interés en todos los tramos de la curva. Hay posibilidades de que algunos fondos de renta fija, gestionados de forma más dinámica y orientados hacia los activos de renta fija emitidos por compañías privadas, logren rendimientos más competitivos en los próximos meses. En las emisiones privadas se están viendo interesantes oportunidades que algunos gestores de fondos de pensiones y de inversión están incluyendo ya en sus carteras ante la previsible caída de las valoraciones de los activos públicos.
Pero las principales oportunidades deberían estar en la renta variable, según la mayoría de las previsiones. Una cartera de un partícipe de planes de pensiones, sobre todo si se plantea con un horizonte de largo plazo (es decir, en los segmentos de edad más alejados de la jubilación) debería estar presente cuando menos en fondos de tipo mixto, cuando no de renta variable, siempre en una proporción adecuada al riesgo que se quiera asumir.