Montoro prevé que el 80% de la rebaja del IRPF se destine a consumo en 2003
El Gobierno confía en que las rebajas de impuestos previstas para 2003 (entre ellas la reforma del IRPF, la supresión del impuesto de actividades económicas para el 92% de las pymes y los mayores incentivos al mecenazgo) sirvan para reactivar la economía, actualmente en fase de desaceleración.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, calcula que el ahorro total (mayor renta disponible por el menor pago de impuestos) para los contribuyentes ascenderá el próximo año a 4.565 millones de euros, de los que 3.600 millones corresponden al menor gravamen en el impuesto sobre la renta. Montoro prevé que el 80% del ahorro generado por la reforma de este impuesto se destine a un mayor consumo por parte de las familias, mientras que el 20% restante se colocaría en diversos instrumentos de ahorro.
El titular de Hacienda sale al paso así de las fuertes críticas recibidas por un buen número de analistas que advierten que la situación actual dista mucho de la que había a finales de 1998, cuando el Gobierno aprobó la primera reforma del IRPF. Entonces, la economía española se encontraba en clara fase ascendente.
Ahora, los expertos temen que la peor coyuntura obligue a los contribuyentes a no ser tan generosos en sus pautas de consumo y acaben destinando un porcentaje mayor de su renta disponible al ahorro, para hacer frente a posibles contingencias derivadas de la mayor incertidumbre.
Ejemplo de ello lo constituye las pérdidas acumuladas en los mercados bursátiles, en donde reside parte de los ahorros generados por los hogares españoles.
Menor recaudación
Si se cumplen estos pronósticos, el efecto inducido de la reforma del IRPF (mayor recaudación de otros impuestos fruto del mayor consumo) sería mucho menor del que prevé el Gobierno, con su correspondiente repercusión sobre los ingresos del Estado, en un ejercicio, como el de 2003, en el que se prevén dificultades para cumplir con los compromisos presupuestarios.
De hecho, aunque para 2003 el Gobierno prevé recobrar el equilibrio fiscal que no conseguirá este año (el vicepresidente Rodrigo Rato ha anunciado un déficit del 0,2% del PIB en 2002), el próximo ejercicio viene cargado de gastos extraordinarios a los que tendrá que hacer frente el Ejecutivo, entre ellos los derivados de la catástrofe del hundimiento del Prestige.
Al margen de las previsiones presupuestarias, Cristóbal Montoro aprovechó ayer para anunciar los nuevos proyectos que prepara su departamento para 2003. Aparte de la nueva Ley General Tributaria, en la que se lleva trabajando varios meses y que verá la luz en las próximas semanas, Montoro recalcó la elaboración de otros tres textos normativos con rango de ley. La Ley General Presupuestaria modernizará el procedimiento de ejecución del gasto del Estado y dotará de mayor responsabilidad a los gestores públicos. El ministro de Hacienda ha decidido desgajar de este texto la parte correspondiente a ayudas públicas.
Ley de subvenciones
De esta forma, se aprobará una ley de subvenciones para intensificar el control del buen uso de los recursos públicos. La intención es frenar los abusos producidos en épocas pasadas como ocurrió con el fraude por el cultivo de lino, en el que se malversaron ayudas comunitarias destinadas a los productores de este cultivo.
Hacienda prevé que esta nueva ley esté lista en el primer trimestre del año, al igual que la Ley General Presupuestaria. Por último, el departamento de Montoro diseñará una ley de patrimonio para dotar de mayor eficiencia a los bienes de la Administración central.
Además, se impulsará el control sobre el fraude tributario. Montoro adelantó ayer que la recuperación de deuda superará los 2.500 millones de euros este año, cerca de un 13% más que en 2001, según los primeros datos provisionales. A ello ha contribuido los planes especiales de inspección desarrollados a lo largo de 2002, entre ellos, el dedicado al blanqueo de dinero con la llegada del euro. Están pendientes también para 2003 los desarrollos reglamentarios de la nueva Ley de Reforma de Haciendas Locales y de la Ley de Estabilidad.