La inscripción del anillo
En estos días hogareños y glotones, cual hobbit sonriente, ha vuelto a circular por la Red, de la mano de Barrapunto (www.barrapunto.com), entre otros foros frecuentados habitualmente por quienes vivimos lo digital más aún que lo marital.
Durante la visita de un viejo amigo a nuestra casa narramos nuestra satisfacción por la instalación reciente de Windows XP. Pero la historia de verdad comienza cuando enseñamos el disco y para nuestra sorpresa, nos es arrebatado e introducido en el microondas. En pleno susto, porque el disco se había transformado evidentemente en un tesoro para nosotros, nos dice: 'No os preocupéis, no se dañará'. Y tras unos minutos saca el disco y nos pide que lo miremos de cerca. Para nuestra sorpresa el CD está frío al tacto y parece más pesado. Al principio no podemos ver nada, pero después vislumbramos en la orilla del agujero central una inscripción; la inscripción más fina y brillante que hayamos visto jamás: 56E20532E4F2E207061726120676F6265726E61726C6F732.
'No puedo leer las letras ígneas', son las palabras que surgen inesperadamente de nuestros labios. 'No', contesta nuestro amigo. 'Pero yo sí. Las letras son dígitos hexadecimales, de una antigua escritura, pero el lenguaje es el de Microsoft, que no pronunciaré aquí. En español común esto es lo que dice: un sistema operativo para gobernarlos a todos, un sistema operativo para encontrarlos, un sistema operativo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas'. Hay quien asegura que esto se lo dijo Stallman El Gris a Linus Bolsón en 1991.
Posteriormente formaron la comunidad (de Software Libre) con Alancox, hijo de Arantox, Marcegolas el Elfo y unos cuantos más. Pero el caso es que en Mordor renacen las sombras y que la lengua antigua comienza a escucharse en toda la Tierra Media.
En EE UU, por ejemplo, el Gobierno quiere que los proveedores de servicios de Internet ayuden a crear un sistema para vigilar el uso de la Red. La Casa Blanca planea presentar la propuesta en un informe llamado 'Estrategia Nacional para la Seguridad en el Ciberespacio', que será difundido a comienzos del próximo año y sugerirá opciones para la cooperación pública y privada para defender las redes de computadoras de virus así como ataques maliciosos. Pero además se intuye el registro de la navegación de los usuarios para garantizar la seguridad nacional, algo que recoge aquí la LSSICE (la famosa ley española de seguridad de la sociedad de la información) y que motivó tal polémica que hizo al ministro del ramo garantizar que se regularía posteriormente y aplazar su puesta en práctica.
El caso es que son muchos los Nazgul que frecuentan estas tierras. Varios usuarios del ADSL de Telefónica, por ejemplo, han asegurado estos días que han recibido del operador el aviso de que el año se estrenará con proxy, el mismo que tras una conocida polémica se dejó presumiblemente en el olvido. El caso es que instalar un servidor de proximidad (proxy) entre el usuario y la Red supone normalmente una pérdida más que notable de agilidad en la carga de páginas tan 'ligeras' como Google. Eso sin olvidarse de las cuestiones relacionadas con la privacidad, ya que en estos proxys queda registrada información sobre cuanto hacemos por la Red, permitiendo elaborar perfiles de navegación y consumo que luego son fácilmente vendibles a otras compañías.
Esperemos que 2003 sea menos oscuro y más feliz. Y sobre todo, muy, pero que muy próspero.
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