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'Prestige'

La marea negra amenaza el litoral de Lugo y Asturias

La Xunta de Galicia situó ayer la agrupación principal de manchas del pesado fuel del Prestige a unas 53 millas al norte de la vertical del cabo Ortegal y a unas 50 millas de la punta de Estaca de Bares. Algunas de estas manchas, de entre 5 y 20 metros de diámetro, se desprenden del frente. Son las que embadurnaron ayer de nuevo la franja costera entre los cabos de Finisterre y Vilano, a la vez que mantuvieron en jaque a los marineros de la franja costera comprendida entre el cabo Prior y la localidad lucense de Ribadeo, limítrofe con Asturias.

Dos embarcaciones de la Cofradía de Pescadores de Ribadeo trataron de salir a combatir las manchas que detectaron frente a la Mariña de Lugo, pero no pasaron de la boca de la ría, debido a que la velocidad del viento y las olas de seis y siete metros de altura se lo impidieron. La Xunta indicó que el temporal impidió que la mayoría de los barcos de descontaminación y de los marineros pudieran hacerse ayer a la mar. Hasta la fecha se han recogido en el mar unos 14.874 metros cúbicos de 'residuos sólidos y aguas oleosas', según la Xunta.

Este fuerte viento del suroeste contribuye a que esta marea negra, la tercera que ha sufrido la Costa da Morte, se desplace paralela a la costa hacia Francia, a razón de 28 kilómetros al día.

Según la descripción de la Xunta, se trata de 'regueros de bolas semisumergidas que derivan hacia el noreste'. Las autoridades portuguesas calculan que este frente tiene unos 800 kilómetros cuadrados. El servicio meteorológico de la Xunta prevé que esta tarde los vientos rolen a noroeste, lo que contribuye a aproximar los vertidos a la costa. Pero será una situación transitoria, porque para el fin de semana dominarán de nuevo las corrientes del suroeste, que estimulan la actual trayectoria de la mancha.

Sin embargo, el Gobierno sitúa 'la mancha más compacta' a 60 millas al norte de Llanes, en la costa oriental de Asturias. Se trata de una concentración de 'galletas', que ocupan una superficie de 4.630 por 300 metros (1.389 kilómetros cuadrados). Ayer, las playas de Salinas, Bainas y Bayas, en el entorno del cabo de Peñas, recibieron pequeñas manchas de fuel.

El helicóptero de Bomberos de Asturias realizó ayer un vuelo de reconocimiento por la costa oriental hasta Cantabria y avistó irisaciones de fuel cerca de la playa de Salinas y algunas manchas diluidas en la zona de Santa María del Mar, Bainas, Lastres, Tazones, Playa de Vega y La Isla. El Gobierno del Principado prevé que estos vertidos puedan llegar a las playas el sábado, debido al viento del noroeste.

Frente a la costa de Santander, San Vicente de la Barquera, Comillas, Suances y Santoña trabajaron ayer 73 embarcaciones sobre una mancha que se situaba a 11 millas al norte de la playa de Berria.

El viscoso fuel del Prestige ha manchado casi la mitad de las playas españolas desde Galicia hasta la frontera francesa, 526 en total, de las que 291 son de A Coruña; de Pontevedra, 52; Lugo, 44; Asturias, 82; Cantabria, 48, y 9 de Euskadi.

Pero a 20 kilómetros de la zona de hundimiento del Prestige (a 240 kilómetros de Finisterre) se cierne otra marea negra que amenaza de nuevo la Costa da Morte y las Rías Bajas. El nuevo examen del batiscafo Nautile a la estructura del Prestige ha revelado que existen seis nuevas grietas, cuatro en la popa y dos en la proa, con lo que ya son 20 las aberturas detectadas. En conjunto, el buque registra 26 regueros de fuel, por los que el Instituto Hidrográfico Portugués calcula que vierte 150 toneladas diarias, 25 toneladas más de las que estima el comité científico español. Este comité ha señalado también que el Nautile ha conseguido sellar completamente sólo dos de las cinco fugas que ha obturado hasta la fecha.

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