Portugal planea despedir a 40.000 funcionarios para rebajar su déficit
El ejecutivo luso pretende reducir el déficit en las cuentas del Estado, a través de diferentes medidas, una de ellas es el despido de 40.000 empleados públicos hasta 2006 y la otra se refiere a congelar en un 4% anual las transferencias del Estado al sistema de salud pública y a la enseñanza superior.
Los cálculos de reducción de funcionarios, prevén un porcentaje anual del 1,5% del total del empleo público, que será una de las medidas principales dentro del Plan de Estabilidad y Crecimiento Nacional (PECN), anunciado esta misma semana.
Según esas estimaciones, al ser unos 700.000 los funcionarios del Estado a fines del presente año, la reducción del 1,5% durante cuatro años supone la supresión de poco más de 41.000 empleos, para alcanzar una cifra cercana a los 659.000 en 2006.
El PECN es el documento anual elaborado por el ejecutivo luso de acuerdo con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento comunitario, que obliga a cada Gobierno de los países de la UE a presentar un déficit por debajo del 3%.
El anterior, elaborado por el Gobierno socialista de Antonio Guterres, preveía un déficit cero, pero, en la realidad, alcanzó el 4,1% del PIB en 2001, con el consiguiente incumplimiento de los compromisos comunitarios.
El compromiso asumido por el gabinete que preside Durao Barroso es llegar a 2006 con un déficit de las cuentas públicas del 0,5% del PIB, y, para ello, cree que debe basarse en la contención del crecimiento del gasto, sobre todo de personal, y en la congelación de algunas partidas de Sanidad y Educación.
El Ejecutivo portugués, según los planes mencionados, apostará por un férreo control de las contrataciones públicas, por una fuerte moderación salarial y por una revisión del régimen de evaluación del rendimiento.
Transferencias públicas
En cuanto al sector sanitario, las medidas de ajuste prevén que no aumenten las transferencias públicas por encima del 4% anual, en paralelo al estímulo de las rentas propias del sistema de salud y de avances en la eficiencia, mediante una mejor gestión empresarial de los hospitales.
El capítulo educativo registrará un crecimiento nulo de las transferencias para la enseñanza superior, a cambio de un aumento de la eficiencia y de la captación de recursos propios, y se sugiere a este respecto un aumento del precio de las matrículas.
Con todo, y pese a aludir a factores de inseguridad externa, "que no dependen de nuestro país" -como el eventual encarecimiento del petróleo en caso de guerra con Irak-, Durao Barroso opinó que "puede que en 2003 estemos mejor que ahora".